Reseña de La Cumbre Escarlata

Me hice un rato para ver esta película porque me gusta el director (Del Toro), me encanta Hiddleston y el género de "horror gótico" (así se promocionó a la peli) es uno de mis preferidos. ¿Qué podía salir mal de una combinación como esa?

Aparentemente, casi todo.

Tengo solamente una cosa buena para decir de Crimson Peak, y la voy a decir ahora: la estética es impecable. La fotografía, el maquillaje, el vestuario, los decorados, todo lo visual está tremendamente cuidado, hasta el más mínimo detalle. Todo es extremadamente bello, de una forma oscura pero delicada.

Listo, ahora podemos pasar a lo importante: el bardeo. La historia comienza con la hermosa pero poco carismática Edith Cushing (Mia Wasikowska). Solamente había visto a esta actriz en otra película que tampoco me gustó (Alicia en el País de las Maravillas, de Tim Burton, gran decepción si las hay). Ahora que la vi otra vez puedo darme cuenta de algo: no me transmite nada. Nada. Es lindísima, pero tiene la expresión de una estatua de mármol. Nunca parecía ni asustada, ni angustiada, ni nada. Siempre muy...meh.

La cuestión es que nos enteramos mediante un flashback que A) A Edith se le murió la mamá de piba y B) el fantasma de la madre vuelve para advertirla mediante un críptico mensaje: cuidado con Crimson Peak (acá traducida como la Cumbre Escarlata). 

Pasan los años y Edith es la típica "No soy como otras chicas": ella quiere escribir y ser independiente en un mundo de hombres. Aparentemente en este universo "maleducada" e "independiente" son equivalentes, porque al cruzarse con un grupo de chicas, a las que considera superficiales por pensar en bailes y casamiento, las insulta sin ninguna provocación. Porque ella es distinta, vistesss. No piensa sólo en cazar un marido, aunque... 

Todos estos preconceptos acerca del amor y las relaciones se le van al carajo cuando conoce a Sir Thomas Sharpe (Tom "Loki, te re doy" Hiddleston): un noble inglés venido a menos que intenta pedirle un préstamo al padre de Edith, Carter (Jim Beaver, alias "Bobby de Supernatural"), quien resulta ser lo suficientemente listo como para notar que algo raro tiene el muchacho. A pesar de que le niegan el préstamo, se queda. Pronto, él y su siniestra hermana, Lady Lucille Sharpe (Jessica Chastain), se vuelven los invitados populares en todas las fiestas de la alta sociedad, y Thomas aprovecha para levantarse a Edith. No le lleva mucho tiempo. Otro personaje semi importante es un médico friendzoneado por Edith, el Dr. Alan McMichael (Charlie Hunnam) que le tira tantos palos que podría construirse una cabaña.

Voy a contarles rápido lo que sigue porque se desarrolla de forma extremadamente lenta: el padre de Edith descubre que estos tipos no son trigo limpio y soborna a Thomas y a su hermana para que se vayan. Poco después una persona misteriosa entra al sauna donde está Carter y le rompe la cabeza contra el lavatorio. Espicha. 

La muerte es considerada un accidente (???) y con el padre fuera del juego, Edith pronto cae cual inocente palomita y se casa con Thomas, que se la lleva su mansión europea —bastante estropeada, por cierto— ubicada literalmente encima de las minas de arcilla roja que antes habían traído la fortuna a la familia. Porque, ¿qué mejor lugar para ubicar una casa enorme que encima de una red de túneles en desuso que se están hundiendo? 

La casa está tan destartalada que tiene un agujero enorme en el techo (?!) por donde entra nieve. Posta. Un colchón de medio metro de nieve. Entiendo que están venidos a menos, pero con la herencia de Edith podrían haber puesto una chapa por lo menos.

En fin el tiempo pasa, Thomas invierte el dinero de su mujer para completar una máquina que, según él, le permitirá volver a extraer la dichosa arcilla, su hermana envenena a Edith... 

Thomas y Edith están confabulados para matarla y heredar todo, así que mientras Thomas la engatusa, Lucille le echa cianuro en el té. Mucho cianuro.

Mientras tanto, misteriosas apariciones sobrenaturales van y vienen cuando se les canta el orto, dando confusas señales para resolver el misterio. Nuestra heroína (tomen ese término con pinzas) presiente algo extraño. Más extraño que cadáveres saliendo del piso. 

Los tres viven en la vieja casona y la situación se pone cada vez más tensa, ya que las tormentas de nieve les impiden salir. La convivencia comienza a tomar tintes claustrofóbicos hasta que, en ocasión de hacer unos trámites en el pueblo, Edith y Thomas deciden hospedarse fuera de la casa por una noche y finalmente consuman su matrimonio. A wild Hiddleston ass appears. 

Dame todo papeeeh

Ñam ñam

En el interín, Edith descubre a) que la madre de ambos fue brutalmente asesinada y b) una valija con ropa de mujer y una serie de pruebas de que Thomas y su hermana han asesinado a muchas herederas para quedarse con su fortuna.

Al hacer este descubrimiento, Edith ya está más cerca del arpa que de la guitarra, y cuando decide enfrentarse a ellos, comprende que...chan chan chan...Lucille y Thomas son los Lannister de esta película. If you know what I mean. 

Sinceramente, esa sub-trama está totalmente desperdiciada. Es extremadamente obvio para el espectador (desde un principio) que entre los hermanos hay una relación incestuosa, y la escena del gran descubrimiento es muy floja, sin shock, predecible. Aburrida. Y miren que hay que esforzarse para que una escena de incesto sea aburrida.

A todo esto, su amigo médico del principio fue atando cabos y también llegó a la conclusión que los hermanos Sharpe están detrás de la muerte del padre de Edith y de un montón de mujeres más. Su brillante plan de rescate es: viajar a Inglaterra y caminar hasta la mansión para enfrentarlos. Solo. Desarmado. En medio de una tormenta de nieve. Un capo, la verdad.

Mientras, Lucille decide matar a Edith de una vez por todas y la empuja por la baranda del segundo piso, pero Edith cae justo encima del pilón de nieve del living y no se desnuca. Ahhh, claro, ahora lo de la nieve tiene sentido (??).

Llega el doctor McMichael y trata de convencer a los loquitos de que lo dejen ir a él y a Edith. Obviamente no funciona. Lucille lo apuñala. Thomas trata de ayudarlo...em, cómo?

Pues sí: esta historia hace uso y abuso de uno de los tópicos que más detesto: El Hombre Redimido Por Amor. Resulta que Thomas es un perverso que se coge a la hermana y enamora ricas herederas para luego asesinarlas y quedarse con su fortuna, PERO el espectador tiene que perdonarlo porque ahora sí se enamoró posta de Edith, y aparentemente eso compensa todo lo demás. La justificación de la película es que, técnicamente, fue Lucille la que llevó a cabo todas esas muertes (el padre de Edith, las esposas de Thomas, su propia madre, su bebé producto del incesto), y que fue ella quien lo convenció de hacer esas cosas. El tipo es un hijo de puta morboso que colaboró con todos estos planes retorcidos, pero lo disculpamos porque es lindo, y está enamorado, ESO es lo único que importa.

Arghhh.

Thomas deja ir al médico, que está medio estropeado por la puñalada, e intenta hablar con Lucille. Esta, totalmente sacada al darse cuenta de que su hermano/amante ama a otra mujer, lo apuñala en la cara y lo mata. Luego persigue a la pobre Edith, que no gana en disgustos, y tratan de matarse mutuamente. Edith la mata con una pala. Es parcialmente gracioso. 

 

 

 

Al final, Edith y su amigo sobreviven. El fantasma de Thomas, ahora redimido, desaparece, mientras que el de Lucille es condenado a habitar la mansión de La Cumbre Escarlata eternamente. 

FIN.

 

Sinceramente, tenía muchas expectativas. Los relatos góticos, de los cuales me declaro admiradora, no se componen sólo de tensión, castillos lúgubres y heroínas inocentes, sino que se destacan por los tabúes a los que apela: asesinatos, violaciones, incesto, tortura, muerte. Tienen que ser shockeantes, repulsivos, tienen que tocar nuestra fibra sensible. Son un cachetazo mental. Y esta película, a pesar de tener los condimentos necesarios, se queda corta. Es tibia. Flojita. El desarrollo inicial es sumamente lento, lo cual sumado a su predecibilidad resulta soporífero, y las situaciones claves son resueltas de forma desprolija. Mia Wasikowska tiene CERO chispa, y su variedad de expresiones faciales es muy kristenstewartiana.

Una lástima, porque podría haber sido buena o, por lo menos, entretenida.

Mi calificación: