Reseña de Dungeons & Dragons: Aventuras sin fin

Siempre me han gustado los libros.

Los chicos, los grandes, los nuevos, los viejos, con tapa dura o blanda, con dibujos, con anotaciones, usados, autografiados, de saldo, prestados, para adultos o niños. Si bien muchas veces la línea entre estos dos últimos es difícil de señalar, los libros del tipo Elige tu propia aventura son generalmente clasificados como libros para niños, porque, vamos, ningún adulto respetable perdería su tiempo fingiendo ser un viajero espacial o un hechicero.

Afortunadamente yo no soy respetable en lo absoluto, y sigo deleitándome con esa clase de libros. Por lo general, comienzan con una breve introducción del personaje principal (encarnado por el lector) y luego ofrece la posibilidad de decidir entre distintas opciones, que van a determinar el camino que seguirá. Esto puede terminar en un éxito rotundo o el más espantoso fracaso, pasando por una serie de finales más o menos satisfactorios. 

Con motivo de la Navidad pasada, mi novio decidió comprarme varios libros y regalármelos durante los días anteriores a la festividad. Dos de esos libros pertenecen a la colección Dungeons & Dragons: Aventuras sin fin. Uno es  Las cavernas del terror, de Rose Estes y el otro es El tesoro del Rey, de Tom Mac Gowen

En estos libros es posible ponerse en la piel de distintas criaturas fantásticas, como un elfo,  un hombre lobo o un enano, que a su vez pueden ser guerreros, magos, bardos, o druidas, según la ocasión.
 En la contratapa se presenta un breve resumen acerca del personaje y su aventura. Al final de cada libro se incluye un pequeño glosario de los monstruos y seres extraños que hayan aparecido a lo largo de la historia, entre los que se cuentan vampiros, espíritus, dragones, orcos, trolls, y cosas más extrañas como el oso lechuza (su nombre lo dice todo) y el pudin negro (una masa gelatinosa y corrosiva que huye del fuego). 

El primero que me regaló, Las cavernas del terror, dice lo siguiente: 

TÚ ERES EL HÉROE DE LA AVENTURA
DE TU DECISIÓN DEPENDE TU SUPERVIVIENCIA


Eres Caric, un valiente caballero en un mundo poblado por dragones. 
¿Conseguirás descubrir el misterio de las Cavernas del Terror?
Múltiples son las sendas que puedes escoger para llegar a las cavernas y sólo a tí te corresponde elegir y decidir si tanto tú como tu amigo halfling hallaréis el tesoro o si todo acabará en un desastre.
¿Lucharás contra los monstruos que te acechan desde las penumbras?
¿Intentarás vencer al perverso brujo que controla las cavernas?
¿O huirás por otro pasillo hacia peligros desconocidos?

Sean cuales fueren tus elecciones, tendrás aventura y acción en los libros de Aventura sin fin. Volverás repetidas veces al punto de partida para recorrer nuevas y emocionantes aventuras.

¿Te revelarán tus elecciones la verdad acerca de las Cavernas del Terror?

Caric es un guerrero forzudo, una especie de Conan, el bárbaro que recorre el mundo buscando aventuras. En una de esas se encuentra a Laurus, un halfling (un hobbit, bah) que le cuenta acerca del malvado  Kalman, un mago que aterroriza la región y que guarda sus innumerables tesoros en unas cavernas cercanas, a las que nadie se atreve a ir. Excepto Caric, por supuesto. El guerrero convence a Laurus de que sea su guía, y juntos intentan hacerse con la fortuna de Kalman, que, demás está decirlo, no está demasiado contento con su intromisión.

El otro libro, El tesoro del rey, nos plantea el siguiente escenario:

Eres Sparrow, un joven malabarista. Con tu hermano Jay, viajas de ciudad en ciudad actuando en posadas y ferias para ganarte un mísero sustento.
El mapa que te ha dado el extraño moribundo te llevará hasta un tesoro, pero no sin que antes te enfrentes con temibles criaturas. De todos modos has prometido cumplir tu misión.
Los caminos que elijas te pueden llevar al éxito…o a la muerte. ¿Tratarás de asustar a las ranas gigantes para que se alejen y no te devoren? ¿O preferiras permanecer inmovil y dejarte arrastrar por la corriente entre las ranas, con la esperanza de que no reparen en tu presencia?
¿Te conducirán tus elecciones a la recuperación del Tesoro del Rey? 

Sparrow y su hermano van tan campantes por la vida cuando de repente se topan con un hombre agonizante que les habla de su antepasado, el rey Farad Silverhair, cuya alma no tiene paz por no estar enterrado. Ya que él no puede hacerse cargo del entierro por obvias razones (está demasiado ocupado muriéndose) convence a los chicos de que entierren al rey. ¿Mencioné ya que el rey está enterrado en una caverna llena de tesoros? ¿No? Bueno, el arreglo es que ellos lo entierran, y como recompensa pueden quedarse con las riquezas que encuentren. Esto, que parecía un plan sencillo, comienza a complicarse porque los persigue una banda de ladrones que también quiere apoderarse del tesoro. Mientras huyen por el bosque, los hermanos deben decidir cosas como si ir por tierra o por río, si es mejor aceptar ayuda de extraños o ir por su cuenta, etc. En este sentido lo encontré un poco más entretenido que el otro, porque tiene escenarios más variados (las aventuras de Ceric eran bastante claustrofóbicas, porque siempre tenían lugar en las cavernas). También me resultó más atractivo imaginarme con un astuto huérfano nómade que como un forzudo un poco insensato.

Sin embargo, hay algo que es igualmente criticable en ambos libros (y ya que estamos, en el resto de la colección): ninguno de sus protagonistas es mujer. No hay elfas o princesas o brujas que busquen aventuras. Supongo que los creadores de estas historias habrán considerado que a los niños no les gustaría ponerse en el lugar de alguien del sexo opuesto (cosa que una lectora deberá hacer todo el tiempo al leer estos libros) o que a las niñas no les interesaban esas cosas. 

Esto es, por supuesto, una tontería. A las chicas les gusta esa clase de historias tanto como a los chicos. El problema es que ese interés no se estimula lo suficiente.  Series como Xena, la princesa guerrera o Buffy, la cazavampiros nos prueban que las mujeres son perfectamente capaces de protagonizar batallas épicas y resultar interesantes para un público unisex.

En conclusión, a pesar de su falta de representación del público femenino, me resultaron libros muy entretenidos, así que le doy cinco Alicitas a El tesoro del rey




 ...y cuatro y media a Las cavernas del terror.

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