Reseña de Susurros - Parte I

En lo que va del año (es decir, durante estas dos primeras semanas) leí tres libros: Perdida, de Gillian Flynn; El Rey de los Espinos, de Marcelo Figueras, y Susurros, de A.G Howard.

Bueno, en realidad, esa afirmación es totalmente falsa.

Empecé a leer Perdida en Navidad. No recuerdo si lo terminé antes o después de que comenzara el 2015, pero elijo contarlo como lectura de este año para poder decir que, por lo menos, terminé un libro de los que empecé. Hablaré más tarde de él. En cuanto al Rey de los Espinos, también lo empecé en Navidad, pero quedó en segundo plano cuando me enganché con Perdida. Actualmente voy por la mitad. También hablaré de él luego.

Me voy a concentrar en Susurros (originalmente llamado Splintered, algo así como Astillado/a), que es el libro que estoy leyendo en este preciso momento. Más específicamente, en los primeros ocho capítulos, que es hasta donde llegué.

La cuestión es esta: soy fan de Alicia en el País de las Maravillas, de A través del espejo, y de la obra de Carroll en general.
Colecciono pins, figuras, postales, accesorios, y cómics referidos al tema, pero sobre todo, libros. En este momento, contando entre diferentes ediciones de Alicia (incluyendo algunas en francés, inglés, griego, japonés y turco), y libros referidos o inspirados por el tema, cuento con noventa y tres ejemplares. Cuando llegue a los cien pienso hacer una reunión temática con té, pastelitos y, posiblemente, drogas. Pero a lo que voy con esto es que, por más remota que sea la conexión con Alicia, necesito comprarlo/leerlo. Carroll ha inspirado algunas obras buenas, algunas malas y otras espantosas. Eso me llevó, por ejemplo, a La guerra de los espejos de Frank Beddor, que no me gustó para nada.

Creo que aún es muy pronto para catalogar a Susurros como espantosa, pero tiene varias cosas que me resultan poco atractivas. Comencemos a comentarlas. (Atención, SPOILERS AHEAD!)



                                         




Para empezar, es una novela romántica, pero no cualquier novela romántica: es un triángulo amoroso adolescente. Sigh.
  
La cuestión es así: nuestra protagonista, Alyssa Gardner, tiene dos grandes problemas.

1) Su madre está loca, su abuela estuvo loca, y, considerando que puede oír a los insectos y a las plantas, las probabilidades indican que ella misma terminará sus días en un psiquiátrico. 

2) Su mejor amigo, del cual está locamente enamorada (por supuesto) está de novio con la chica que le hace bullying

Obviamente, al cabo de unas pocas páginas nos enteramos de que en realidad las mujeres de su familia no estaban locas, sino que padecían los efectos de una "maldición" provocada por su tatarabuela, Alice Liddell, que bajó a la madriguera del conejo y volvió con las chapas voladas.

Alyssa escucha constantemente las vocecitas de los insectos y, para evitar lidiar con ellos, prepara trampas con las que los mata. Luego utiliza sus cadáveres para realizar complejas obras de arte.
You know, normal teenage stuff. 

Esto entra en contradicción con algo que dice luego: no puede tener una mascota normal porque se siente mal al escuchar, por ejemplo, los chillidos agónicos de una cucaracha al ser atrapada por un gato. Claro, porque clavarlos a un bastidor es mucho más piadoso. En fin, no esperen demasiada lógica en lo que sigue del relato. 

Cuando no está en la escuela, Alyssa trabaja en una tienda de ropa. Para la autora es muy, muy importante que recordemos todo el tiempo como viste la protagonista: botas de plataforma, medias de red, rastas artificiales azules y violetas, mucho delineador, minifaldas a cuadros, escotes. La autora se esfuerza demasiado en hacer que sus personajes parezcan "diferentes", y nos dice que Alyssa es interesante, distinta y salvaje, pero no lo demuestra.

Considerando que A.G Howard también es una rubia bonita de ojos azules y vestimenta gótica, yo diría que esto apesta a Mary Sue. De hecho, es tan Mary Sue que puedo tildar diez de los ítems de la siguiente imagen:

                               

(No, Poops out gold no es uno de ellos, tristemente.)

En fin, Alyssa trabaja con la hermana de Jebb, su amor no-tan-imposible, y suele quedarse prendada de un póster de la película El Cuervo que está colgado en el negocio. Siente que tiene una conexión especial con el hombre de la imagen, a pesar de que en todo ese tiempo que lleva embobada con él JAMÁS VIO LA FUCKING PELÍCULA, perdón, perdón, es que también soy fan de El Cuervo y me irrita que no se haya tomado la molestia de verla. Teniendo eso en cuenta, el siguiente párrafo es aún más ridículo de lo que parece en un primer momento:  

En cuanto la puerta se cierra, me giro hacia El Cuervo. El tipo me devuelve la mirada y sus ojos derraman lágrimas negras como si compartiera mi sufrimiento. (...) Asombrada por nuestra profunda conexión, retrocedo...

Uajj. 

Bueno, prosigamos. Otra contradicción, esta vez referida a los libros, aparece en escena. 

Alyssa dice que "se sabe de memoria" los libros de Carroll, lo cual tiene sentido si consideramos que su madre tiene un delirio obsesivo con la historia. El problema es que, cuando comienza a investigar, expresa que nunca ha leído la explicación del poema del Galimatazo (fea traducción del Jabbewocky en el original). ¿Cómo puede ser esto posible? ¡Están en el mismo libro! ¡EN EL MISMO, ALYSSA! Y aún más: cuando busca el significado en internet, desconfía de que sea el correcto. No sabe que la interpretación de los términos inventados por Carroll, fueron explicados por... Carroll.

De hecho, Alyssa confía demasiado en internet: casualmente encuentra una página web donde, convenientemente se explican detalles muy específicos del País de las Profundidades, un misterioso lugar lleno de criaturas extrañas. Y nuestra heroína, mostrando muy poco criterio, acepta sin dudar toda esa información. ¿En serio? ¿Vas a confiar en una página de internet totalmente random? Bué.

Anyway, Jebb, el artista, el-chico-duro-con-corazón-de-oro, dice que quiere proteger a Alyssa pero lo único que hace es tratarla de forma condescendiente y prohibiéndole cosas como si fuera el padre.
Es el típico protagonista masculino de las novelas románticas teen-paranormal (y de las románticas teen a secas): quiere ser el machote protector, pero termina siendo el novio obsesivo que no te deja ni salir con tus amigas porque teme que te pase algo. Eso sí, está más bueno que comer pollo con la mano. Lo sé porque es otra de esas cosas que la autora repite constantemente. Aquí, una imagen del papichulo:


                                             


Además, Jeb sale con Taelor, una chica frívola cuyas características distintivas parecen ser: A) tener dinero, y B) ser mala. Taelor se divierte torturando a Alyssa con comentarios crueles sobre su madre loca y sobre su gusto "alternativo" respecto a la moda.

¿Por qué alguien saldría con una persona que trata tan mal a tu mejor amiga? Bueno...pasa que Alyssa es demasiado dulce y Jeb, que secretamente estaba enamorado de ella (sorpresa, sorpresa) no quería abrumarla con su pasado de chico maltratado y peleador. Por eso decidió que era mejor ponerse de novio con la persona que más odiaba, pero sin dejar de tirarle onda y mandarles señales confusas.

Es un gran plan, ¿no?


¿No?

No.

Pero a pesar de Alyssa que está enojada porque su amigo sale con la forra del pueblo, nuestra protagonista no puede dejar de hablarle porque... ¿Por qué? 

Porque está caliente como una pava, por eso. 

Yo entiendo que es una adolescente con las hormonas alborotadas, pero la lectura se hace realmente densa cuando cada dos palabras se hace hincapié en como le hierve la sangre al contacto con Jebb, o como se estremece su cuerpo cuando están cerca. Alyssa quiere voltearse a alguien YA. Y ahora que estamos hablando de la calentura juvenil, aparece en escena Morfeo, su sensual, alado y sospechoso guía por el País de las Maravillas. En realidad, hasta donde leí todavía no hizo su gran aparición, pero ya le habló a Alyssa a través del espejo, dando como resultado que a nuestra heroína se le caiga la bombacha. 

En fin, para resumir: la idea es interesante pero no está bien ejecutada. Demasiada (y quiero decir demasiada) cursilería, larguísimas e innecesarias descripciones de la vestimenta de los personajes y situaciones forzadas. No esperaba la gran cosa de este libro porque hasta ahora esta moda de las novelas fantásticas con triángulos amorosos entre gente joven, bonita y conflictuada (ejem, Crepúsculo, ejem) no me ha deparado demasiadas sorpresas, pero continuaré leyéndolo porque, como dije, estoy casi obligada a consumir todo lo que tenga una conexión con la obra de Carroll.

Por el momento, estableciendo un sistema de puntuación del tipo HORRIBLE, MUY MALO, REGULAR, BUENO, MUY BUENO y EXCELENTE, mi calificación es de tres Alicitas sobre seis, es decir: regular (tirando a malo).



Esto podría cambiar a lo largo de mi lectura, pero por el momento es lo que me parece. 

Comentarios

  1. hola Araí, leí hace poco una saga argenta que te recomiendo, se llama "la saga de los confines", integrada por tres libros, autora Liliana Bodoc. Me gustó la imaginación allí aplicada, yo la pude leer gracias a que la tienen en la biblioteca F. Ameghino de Guillón. Voy a seguir tu blog. Saludos

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    1. Mis padres lo leyeron y también me lo recomendaron mucho, sin embargo, todavía no me hice el tiempo para leerlos. Voy a tener que ponerme las pilas así después lo puedo reseñar. Saludos!

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