Reseñas sobre Sharon Creech: las niñas y el coming-of-age.

Imaginen que trabajan en una librería y alguien les pregunta qué recomiendan para una chica de 13 años. Un vistazo alrededor nos ofrece un surtido de posibilidades: Los Juegos del Hambre, Crepúsculo, Divergente, Cazadores de Sombras, Hush Hush, Delirium, Bajo la misma estrella y la lista sigue ad infinitum.

Todas estas novelas -excepto la última- nos dan la pauta de lo que más vende al público adolescente: triángulo amoroso, futuro distópico, poderes mágicos, fin del mundo, the chosen one, batallas épicas del bien y el mal y, de ser posible, una saga que se estire en cuatro películas o una serie, con muchos efectos especiales y actores carilindos.


Cuando yo tenía doce/trece años (hace más tiempo de lo que me gustaría admitir) cayeron en mis manos los libros de Sharon Creech: primero Pájaro Rojo (Chasing Redbird), casi al mismo tiempo Diario de un verano (Absolutely Normal Chaos), y un año más tarde Caminar dos lunas (Walk Two Moons)

Si bien transcurren en el mismo universo, cada una es una historia independiente. Las protagonistas son chicas de trece años que crecen en los '90, sin celulares, internet o, ustedes saben, todas esas cosas divertidas que tenemos ahora. Todas se incluyen en el género del Coming-of-age, que gira en torno al desarrollo del protagonista, tanto físico como psicológico y espiritual. El crecimiento personal, la confusión típica de la edad y los cambios emocionales son  algunos de los rasgos más relevantes de este tipo de relatos, que a veces no se interesan tanto por los grandes sucesos, sino más bien por las pequeñas cosas de la vida y lo que estas nos enseñan.

Pájaro Rojo:


Sinia Taylor una niña huraña que vive en Bybanks, en el Kentucky rural. Es "la del medio" dentro de un gran grupo de hermanos y hermanas, lo cual no es fácil. Sus padres nunca recuerdan su nombre, sus hermanas mayores se burlan de ella y los chicos que le gustan sólo se le acercan para tratar de levantarse a May, la más bonita y popular del clan familiar. Esto hace que Sini prefiera pasar su tiempo sola o con sus tíos, Nate y Jesse. Su casa es tranquila y silenciosa porque no tienen hijos. Bueno, tuvieron uno, pero a Sini no le gusta hablar de eso. La pequeña Rose murió cuando ambas tenían cuatro año años, víctima de la tos convulsa que Sinia le contagió. Jesse nunca se recuperó, pero había cierto equilibrio familiar...hasta que ¡bam! un día Jesse muere inesperadamente y los deja a todos confundidos. Ansiosa por dejar atrás todas este dolor, Sinia se obsesiona con un viejo sendero indio que llega hasta el otro pueblo,  y se propone limpiarlo y recuperarlo para tener, aunque sea sólo una vez, algo enteramente suyo.

Es difícil ser Sinia, porque ni siquiera ella sabe bien quién es. Sus palabras se transforman en otras que no quería decir, su identidad se confunde constantemente con la de Rose o sus hermanas...nunca parece estar presente del todo. 
 Pájaro Rojo es una historia sobre la pérdida, pero también sobre encontrarse a sí mismo. Utilizando el sendero como metáfora de su viaje interno, Creech nos hace conocer a Sinia, pero también a Jake, el chico que roba cosas para conquistarla; a Nate, un hombre abrumado que ya no distingue la realidad de los sueños, y por supuesto, a Jesse, cuyo fantasma aún se percibe en todos los rincones.

Calificación:



Diario de un verano:



Mary Lou Finney no está para nada contenta con la tarea encomendada por su nuevo maestro de Lengua: escribir un diario acerca de las cosas que le suceden en verano. Sin embargo, con el paso del tiempo se engancha tanto que termina escribiendo seis cuadernos enteros. ¿Y qué cuenta? Bueno, Mary Lou habla sobre la parva de hermanos y hermanas que tiene en casa, sobre la prohibición de su madre de nombrar a Dios en vano (resultado: Mary Lou se arma de un diccionario de sinónimos e incorpora a su vocabulario frases como ¡Oh, Rey de reyes! y ¡Por el amor de Alfa y Omega!); sobre Alex, el chico que le gusta, sobre su mejor amiga, Beth Ann (aparentemente en Ohio esto de tener un nombre compuesto es bastante común), sobre los aburridos libros que le dan para leer en el colegio (su interpretación de La Odisea no tiene desperdicio), pero sobre todo, escribe sobre Carl Ray, el primo del campo que se instaló en su casa buscar trabajo...¿o acaso tiene un motivo oculto? Ahora el problema será entregar estos cuadernos llenos de secretos...

Diario de un verano es, por lejos, el más gracioso y ligero de los tres libros. Con su particular sentido del humor, Mary Lou nos lleva por un rato a esos veranos interminables de cuando éramos chicos, donde darle un beso  un chico era LO más importante del mundo...interrumpido, eso sí, por una buena dosis de caos.

Calificación:



Caminar dos lunas:



Si Diario de un verano es el más divertido, Caminar dos lunas es el más triste. Salamanca "Sal" Hiddle no entiende porqué su madre se fue, pero de algo está segura: tiene sólo una oportunidad para recuperarla, y depende de llegar a tiempo al lugar donde ahora reside, justo en el día de su cumpleaños. El viaje desde Ohio a Idaho es larguísimo, y Sal se encuentra encerrada en el auto en compañia de sus abuelos durante casi una semana. En el camino les cuenta muchas cosas: lo difícil que fue mudarse de su querida granja a la ciudad, lo mucho que extraña a sus animales, lo tontos que son sus nuevos compañeros de colegio y el extraño suceso que tuvo como protagonistas a su amiga Phoebe y al misterioso lunático. Pero lo más terrible e inexplicable de todo es que su padre ahora tiene una nueva novia. ¿Por qué tuvo que mudarse a esa casita odiosa y abandonar todo lo que amaba? ¿Por qué, si su madre era la mejor del mundo, tuvo que venir Margaret a arruinar las cosas?

A diferencia de Mary Lou y Sinia, Sal es hija única, pero no porque sus padres lo hayan querido. Caminar dos lunas habla sobre ponerse en el lugar del otro, sobre las apariencias, las familias perfectas y las disfuncionales, el primer amor, y especialmente, sobre cómo afrontar la pérdida más dolorosa de todas. El final es una puñalada.



Calificación:


La conexión entre estas novelas se da por sus protagonistas: Sinia es amiga de Sal cuando esta vive en Kentucky, y Mary Lou se convierte en la compañera de Sal cuando ella se muda a Ohio. Esto le otorga un cierto encanto, ya que leerlas es como encontrarse con un viejo amigo al que perdiste de vista hace rato.

En conclusión, quise compartir estos libros con ustedes porque me recuerdan un momento más simple de mi vida, quizás no más feliz (esto de la nostalgia siempre nos hace creer que todo tiempo pasado fue mejor) pero sí más tranquilo. Las novelas de Sharon Creech parten de historias sencillas; no hay grandes peleas ni momentos que definen el futuro de la humanidad, sino adolescentes que recién están empezando a acomodarse al mundo. Sus personajes no tendrán poderes místicos, pero son cálidos y multidimensionales: son humanos que sufren y ríen como nosotros. Y ese es su punto fuerte.

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