Reseña de Ready Player One

Creo que ya he comentado antes que no me gusta leer de la computadora. Eso puede sonar algo contradictorio porque paso una gran parte del día sentada delante de la pantalla, leyendo reseñas, comentarios de foros, noticias y demás huevadas varias, pero lo que me molesta es leer libros y cómics. Tengo que prestar atención a los detalles, y eso me fastidia la vista. Por eso es muuuuy raro que me enganche a leer algo directo de la compu. Tiene que llamarme poderosamente la atención. Eso fue lo que pasó hace unos años con Uzumaki, Scott Pilgrim y, más recientemente, con Ready Player One

Recuerdo vagamente haberlo oído nombrar hace unos años, sin saber realmente de qué se trataba. Hace poco mi novio lo compró baratísimo (menos de la mitad del precio que le ponen en las librerías) y le eché un vistazo. Me enganché tanto que lo bajé de internet y me lo puse a leer en seguida.




Estamos en el año 2044. Los recursos naturales está prácticamente agotados, la gente vive en casas rodantes apiladas en montañas de chatarra y la economía está por el piso. En medio de este desastre vive nuestro protagonista, Wade Watts -una mezcla entre Harry Potter y Bastian Baltasar Bux-, un gordito loser, huérfano y sin amigos. Wade se propone tres objetivos cada vez que sale de su casa: que no lo roben, que no lo violen, y que no lo maten. 


Por suerte para él (y para el resto del mundo) existe OASIS, una utopía virtual que constituye el escape de la miseria cotidiana creada por James Halliday, un genio loco de la computación. En OASIS existen escuelas públicas y gratutitas que aseguran la educación de todos, centros comerciales, discotecas, campos de deporte... y también extensos mundos de fantasía. Hay planetas enteros dedicados, por ejemplo, a Star Trek, Dungeons & Dragons, Mundodisco, Rocky Horror Picture Show y El Señor de los Anillos, entre otros. Las opciones van desde explorarlo a cumplir misiones interpretando el papel del personaje principal para así sumar puntos y obtener objetos útiles (una espada, una armadura, una poción mágica). Las posibilidades son infinitas. Hay mundos cyberpunk y medievales, futuristas y retro. 


No obstante, Wade es pobre, y apenas puede explorar los lugares educativos. Para visitar otros espacios necesita hacer subir a su avatar de nivel, y no tiene los créditos necesarios. Entonces, solo y aburrido, dedica casi todo su tiempo a su pasión: ser gunter. Resulta que Halliday, antes de morir —ya convertido en un millonario solitario y excéntrico— decide dejar lo que se conoce como Easter Egg o Huevo de Pascua (un mensaje oculto) dentro de OASIS. Si un afortunado jugador encuentra la Llave de Cobre, la Llave de Jade y la Llave de Cristal, heredará su monstruosa fortuna y será el dueño de OASIS. 


Sin embargo, no es tan fácil. OASIS consta de millones y millones de mundos, y las llaves podrían estar en cualquiera de ellos. Para guiarlos en su búsqueda, Halliday deja crípticos mensajes que, mediante enigmas, revelan el escondite del tesoro. Los egg hunters (luego llamados gunters) dedican sus vidas a tratar de captar las referencias de Halliday, ya que éste, fanático de los años '80, dejó constancia de que entre sus objetos de adoración (cientos y cientos de películas, cómics, juegos de rol y bandas) se encontraban las pistas que llevarían a la victoria. Como Wade no tiene otra cosa que hacer, se vuelve un experto en la cultura pop de la década ochentera: se sabe de memoria Lady Hawk, Highlander e Indiana Jones, dio vuelta el Pac-Man, el Joust, y el Adventure, se sabe todas las canciones de Rush y es fan de Vonnegut. Pero en estos cinco años nadie logró encontrar ni siquiera una mísera llave, y Wade sabe que las posibilidades de que alguien lo haga algún día son escasas... 

Hasta que un día encuentra la Llave de Cobre y comienza una vertiginosa carrera por encontrar el resto y hacerse de la mayor fortuna del mundo.

La verdad, me re enganchó. Y eso que no soy lo que se dice una gamer. Nunca tuve un Family, un Sega, una Play, nada. Tengo vagos recuerdos de haber jugado en mi infancia, quizás en la casa de un primo o un amigo, pero se ve que en esa época no me llamaba tanto la atención como para pedirle a mis padres que me compraran una consola, y como resultado hasta el día hoy quedo colgada cuando la gente habla de videojuegos nostálgicos. Me repuse un poco ya en mi pre-adolescencia con mis amados juegos de PC: The Sims, Age of Empires 2, Conquerors, Theme Hospital, Roller Coaster Tycoon, Tomb Raider, Clive Barker's Undying, American Mc'Gees Alice, y, gracias a esas recopilaciones de juegos que vendían 100 x $10, el Sonic the Hedgehog, Mario Bros., Bubble Bobble, Space Invaders y varios más. Quizás para una persona habituada a jugar, las referencias a videojuegos le serán más fáciles de comprender, pero aún así el libro es totalmente disfrutable. Es enérgico, divertido, dinámico, fluido y emocionante. Una novela de aventuras como corresponde, una épica gamer y geek.



Algo positivo: el hecho de que el héroe es un chico normal. No es The Chosen One, no hay una profecía sobre él, no está destinado a ser el más grande entre los grandes. Es una persona común que, con una mezcla de suerte, talento y pasión por lo que le gusta, logra hacerse camino. Es un ñoño con éxito, vamos. Otra es que el final es redondo. Si bien se sabe que su autor está preparando una secuela, el final de la novela tiene todos su cabos ataditos y en orden, de modo que si la historia terminara ahí cerraría perfecto. 

También me pareció interesante que se tratara el tema de la sexualidad del protagonista. En muchos grandes éxitos literarios dirigidos al público juvenil (Harry Potter, Los Juegos del Hambre, Crepúsculo) el sexo está apenas mencionado, reprimido o directamente obviado. Y teniendo en cuenta que es un tema relevante en la adolescencia, me llama la atención que no se trate más seguido, sobre todo porque le da cierta pátina de veracidad a los personajes (¿quién no se ha cuestionado algo al respecto, sobre todo en su etapa de joven adulto?).
Algo neutro: la prosa. Es muy sencilla, rústica casi, directa y llana. No van a encontrar grandes frases poéticas ni hermosas descripciones. Nadie hará posteres con citas de este libro. Igual, hay tanta acción que la cuestión de las formas pasa a segundo plano.

Algo negativo: los malos. Los villanos del libro son los sixers, los gunters a sueldo de la multinacional IOI. Estos planean ganar el premio jugando sucio y cobrar por utilizar OASIS, dejando afuera a miles de personas que, como Wade, apenas pueden cubrir las necesidades básicas. Corromper el paraíso, bah. El problema es que son muy arquetípicos, los clásicos malos malosos, cuadrados, unidimensionales. De todos modos cumplen con su función de antagonistas de forma decente.

No veo la hora de que hagan la película. Va a ser dirigida por Steven Spielberg y espero que le haga honor al libro, cuyas peleas espaciales, monstruos sobrenaturales y explosiones varias lo hacen de por sí altamente adaptable a la pantalla grande. Acá les dejo un trailer fan made, narrado por Whil Wheaton (que hace una breve aparición en la novela, y es quien presta su voz para el audiolibro).

En conclusión, le doy cinco Alicitas sobre seis.



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