Reseña de Tuya

Esta va a ser una reseña cortita porque:

1) No tengo la película a mano como para volver a verla y señalar los puntos más importantes (se estrenó hace poco)

2) No tengo la novela en la que se basa (Tuya de Claudia Piñeiro) porque la presté.

3) Estoy estudiando y tengo poco tiempo.

Dicho esto, the reseña starts now.

Fui al cine, lo admito, con muchas expectativas. Por un lado, porque los libros de Piñeiro me gustan mucho (Tuya podría ser, fácilmente, mi preferido entre ellos) y por otro porque la última adaptación cinematográfica suya que vi (Betibú) estaba muy bien hecha. No tenía razones para desconfiar.

 

La novela es un policial vertiginoso, muy cortito (168 páginas) y se construye casi exclusivamente mediante diálogos y monólogos internos, lo cual la hace ágil, fluida y llevadera. Obviamente, sabía que al momento de llevarla a la pantalla tendrían que modificar algunas cosas, pero esperaba que capturaran el espíritu de la historia.

Empezó bien, con un monólogo casi textual de la novela. Inés (Andrea Pietra) le descubre a su marido, Ernesto (Jorge Marrale) un papelito con un corazón dibujado con rouge y firmado "Tuya". Al descubrir que le están metiendo los cuernos (y con una mujer tan grasa como para dibujar con rouge, nada menos) Inés se pone mal, pero se repone en seguida: no puede abandonar la relación por algo como esto. Debe ser una calentura pasajera. No es motivo para destruir una familia...¿no? Ante todo, hay que conservar las apariencias.

 Inés es soberbia y cree estar siempre un paso por delante de los demás, pero, consumida como está en sus propios problemas, ni siquiera nota las cosas terribles que le pasan a su hija Lali (Malena Sánchez), una adolescente huraña que no puede contar con sus padres absolutamente despreocupados. 

 Sin embargo, las cosas se complican cuando la amante sufre un desgraciado accidente...

Uno de los problemas de esta película es que tiene, lo voy a decir así nomás, muchos momentos al pedo, por ejemplo: muchas escenas de transición son trenes. Trenes yendo rápido, trenes yendo lento, trenes interrumpiendo el camino de la protagonista. Nadie maneja un tren, nadie posee un tren, nadie viaja en tren en la película, así que a mí parecer, ocupan demasiado tiempo en pantalla.

También hay un montaje larguííísimo de Inés preparando una cena especial pasa su marido: eligiendo el pescado, cocinando, poniendo la mesa plato por plato, comprando lencería, poniéndosela. Sí, entiendo el mensaje: se esforzó. Pero no hace falta perder cinco minutos de la historia en eso.

Otra cosa que me pareció cualquiera es que, en un momento en particular (cuando Inés revisa la casa de la amante de su marido) la cámara empieza a moverse erráticamente como si le hubieran dado la cámara a un rengo. Y no es un efecto hecho a propósito con un sentido particular, no. Simplemente, la cámara se mueve chueca. Loco, media pila, es una súper producción esto, ¿no tenían a nadie que se diera cuenta?

Tampoco me gustó que le cambiaran el final. Es una diferencia más o menos sutil, pero que cambia las cosas, y la verdad...no. La novela era perfecta así como estaba. 

La verdad, suena como que fue una película horrible. Y no fue horrible, fue flojita nomás. Pero esperaba mucho más teniendo en cuenta el material original. No les voy a contar el final porque igual la película está bastante bien, dentro de todo...y porque quisiera que leyeran el libro, obvvvio.

En conclusión, le doy tres Alicitas y media sobre seis.

P.D 1: Me olvidé de algo importante: la canción que pasan en los créditos es Corazón mentiroso, de Ya sabemos quién. Malísimo.

P.D 2: En la película está Juana Viale haciendo (como siempre) de zorra. Casi no tiene diálogos, pero aparece en bolas. Y ¿saben qué? Su personaje, en la novela, tenía buenas tetas. Algo que Juanita no tiene. A las pruebas me remito.