(Mini) Reseña del BAN! - 6 y 7 de agosto

Desde hace un par de años, el festival Buenos Aires Negra le permite a la gente encontrarse con sus autores favoritos del género policial, conocer a otros nuevos, cholulear, debatir, y todo gratis, que es lo más importante. 


Cuando me enteré de que este año iba a estar John Connolly, fangirleé mal. Ya había tenido oportunidad de verlo una  vez, en el 2010. En esa ocasión dio una charla en el MALBA y fue lo más: es súper agradable, carismático y copado con sus fans (nos regaló a cada uno un CD que compilaba sus temas preferidos, los que había escuchado mientras escribía su último libro. Un capo, no digan que no). Esta vez se presentaba el jueves 6 y el viernes 7 de agosto (dando una entrevista primero, y una charla después) así que decidí ir los dos días, a pesar de la paja que implica para alguien que vive en los remotos confines de la zona sur arrastrarse hasta el Centro Cultural San Martín.

¡Pero miren esa carita! ¿Quién es un buen escritor?
Sí, tú lo eres. Buen John Connolly.
  En ambas ocasiones llegamos muy temprano, un poco antes de que empezara (a las seis de la tarde), llevando nuestros libritos para que firmara. Si no saben quién es Connolly, los pongo al día: es un autor irlandés, residente en Estados Unidos, famoso por su personaje más conocido, el detective Charlie Parker. A mí personalmente me encanta porque mezcla la típica novela negra con elementos sobrenaturales, y además tiene una sensibilidad muy particular en lo que se refiere a la pérdida de seres queridos, su desaparición de este mundo y lo que queda de ellos en otros. También tiene una excelente colección de personajes secundarios, incluyendo a dos que deberían tener su propio spin-off (y que de hecho, tuvieron una novela protagonizada por ellos): Angel & Louis, una pareja homosexual (y birracial) de asesinos (bueno, uno es un asesino, el otro es un ladrón que a veces mata gente), caústica y encantadora. 

Fuera de sus novelas para adultos también escribió un par de libros infantiles sobre Samuel Johnson, un niño que descubre que sus vecinos están intentando abrir las puertas del infierno (desgraciadamente acá sólo se publicó el primero) y una novela que para mí es lo mejor que escribió, El libro de las cosas perdidas. Lo incluiría dentro de la temática "Niños ingleses que llegan a un mundo mágico", como Peter Pan, Alicia..., Las Crónicas de Narnia...you know. 



No afirmaría que es totalmente dirigida para el público infantil porque tiene algunas cuestiones bastante oscuras y temáticas que escandalizarían incluso a algunos adultos (sobre todo a esos que creen que si tenés menos de 15 años sos un boludo y cualquier cosa que no cumpla determinado estándar de moralidad puede arruinarte el cerebro para siempre). 

Voy a tratar de resumir más o menos lo que vi en esos dos días.

Jueves 6:

Ese día habló primero Víctor del Árbol, un español que habló sobre la relación entre el crimen organizado y la burbuja inmobiliaria, después Enzo Maqueira y Esteban Castroman, dos argentinos que se refirieron a los crímenes de la clase media (esas cosas que uno hace a sabiendas de que son ilegales y están mal, aunque después se las dé de buen ciudadano); luego estuvo Carlos Zanón, otro español que habló sobre las conspiraciones y la gente paranoica (desde la llegada a la luna hasta la supuesta muerte de Paul McCartney, esa charla fue particularmente jocosa). También habló Andreu Martín (otro español, hubo muchos) sobre como la realidad no supera la ficción, y después, Dolores Redondo, un vasca muy copada que habló sobre su Trilogía del Baztán (acá salieron los dos primeros recién, El guardián invisible y Legado en los huesos). No leí sus novelas todavía pero por lo que contó son muy interesantes. Van a ser llevadas a la pantalla grande, así que estén atentos. 


Después de ella estuvo una autora que no está editada en Argentina, Holly Goddard Jones, que me pareció súper agradable. No hablaba español, así que con la ayuda de la traductora contó algunas cosas acerca de ella y de cómo se había obsesionado con el caso de Melissa “Katie” Autry, una chica violada y asesinada en la Western Kentucky University, universidad a la que concurrió Goddard Jones. Sus reflexiones eran muy interesantes, y el caso en sí también lo era (de los dos acusados, sólo uno está en la cárcel, el otro [que, sospechosamente, era el hijo de una familia muy adinerada] está libre). Lamentablemente no pudo terminar con su charla porque la corría el tiempo, pero me gustó lo que decía.

Y finalmente...Connolly. El plato fuerte del día. La entrevista con él fue muy fluida, sobre todo porque es un tipo tan elocuente que siempre tiene algo para decir. Habló, a grandes rasgos, de cómo el racionalismo y la superstición pueden ir de la mano (ejemplificó con Conan Doyle, cuyo personaje era la definición misma de la lógica y la deducción, mientras que él mismo creía en las hadas y los espíritus), sobre sus novelas y el apego que los lectores tienen con los personajes ("El otro día pensaba que si yo muriera, ustedes dirían 'Bueno, pobre hombre, que lástima, menos mal que tengo su firma para venderla en E-Bay' pero que si algo le ocurriera a mis personajes, se horrorizarían y clamarían venganza. Y eso que no son gente de verdad. Eso dice mucho acerca de ustedes como personas.") y sobre la inutilidad que representa leer algo que no te atrapa ("He visto mucha gente que empieza a leer un libro, se da cuenta de que no le gusta y lo sigue leyendo igual. Dicen '¡No me vas a ganar, libro!' ¿Y saben qué? Al libro no le importa. No van a herir sus sentimientos si dejan de leerlo. Es absurdo que pierdan un tiempo valioso leyendo algo que no los hace felices"). 

Y luego vino la parte de las firmas. 

Estaba muy nerviosa, porque ya de por si me altera hablar con la gente: me pongo roja, se me anuda la lengua, transpiro...y eso en un día normal. Imagínenme tratando de saludar a mi ídolo. Un horror.

De alguna manera me las arreglé, con mi inglés de conurbano, para decirle que lo había ido a ver la vez anterior que vino, que me gustaban mucho sus libros, que ese era mi preferido, y que si bien no era lo estándar ¿podía abrazarlo? ¿Sí? Genial, gracias. 

De fondo: mi madre, otra gran fanática. En la primera foto le estoy explicando cómo se escribe mi nombre, algo bastante difícil de entender incluso para la gente que habla castellano. En la última estoy hiper feliz. Miren esa cara de galleta marinera sonriente.

Y acá, mi atesorado libro: 


También me regaló un CD con música, y unas postales ilustradas con personajes de El libro de las cosas perdidas.
Ay, cómo lo adoro <3

Al final de cada día del BAN! hay un sorteo (o "soreteo", como dicen ellos). No sabría decirles bien cómo se lleva a cabo en un día común, pero ese día estaban regalando libros más o menos al azar porque la mayoría de la gente aún seguía afuera, en la firma de libros de Connolly. Yo conseguí el mío diciéndole a Ernesto Mallo (el organizador del festival) que me llamaba igual que uno de los personajes de sus libros (y es posta, es un secundario de su libro Me verás caer.)
Viernes 7:

Ese día ya fui tranquila porque no tenía que estar luchando con otros para que me firmaran el libro, de modo que pude relajarme e incluso tomar un par de notas. Ese día estuvo Miguel Prenz, el autor de La misa del diablo. Anatomía de un crimen ritual (investigación sobre el crimen de Ramoncito, ocurrido en Corrientes en el año 2006), hablando sobre el gobierno y la anarquía, y luego pasó Horacio Convertini con una charla entretenida y amena sobre la relación entre los zombies y el policial. Me sorprendí gratamente cuando vi que la siguiente invitada era Goddard Jones, la chica que había estado el día anterior, esta vez acompañada por Risa Applegarth, su amiga y colega, con la que charló acerca de su novela The next time you see me, el proceso de escritura, los tópicos del género y porqué a una le gustaba Gone Girl y a la otra no. Después me las encontré afuera y me atreví a pedirle a Risa que me enviaran por mail, de ser posible, el resto de la charla del día anterior.
Luego estuvo la francesa Dominique Sylvain hablando acerca de las influencias orientales en sus trabajos, más tarde un grupo de teatro, Los hijos de Mary Shelley, interpretando una obra llamada El último Vals de Mary (con monstruo de Frankenstein incluido) y por último, volvió Connolly (<3) esta vez hablando en castellano (!?) con mucho esfuerzo, pero poniéndole toda la onda. Su charla se concentró en el caso de Belinda Pereiro, un asesinato que tuvo que cubrir cuando era joven y que nunca olvidó. Pueden leerlo (en inglés) acá.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     Conclusión:  Un evento gratuito donde se puede charlar, conocer gente, saludar a las personas que admirás y comprar libros...no dejen de hacerlo nunca. Porfa. Los fans lo piden.                                                               

Comentarios

  1. Me gustó mucho algo que dijo Connolly: «La literatura no tiene ningún compromiso con la realidad, sí lo tiene con la verdad. Y la verdad también se encuentra en los relatos fantásticos».

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