Reseña x 2: Kryptonita y Sinsajo (Parte 2)

El título de esta entrada podría ser "No tengo ganas de escribir dos reseñas largas así que  voy a escribir dos cortitas de una sola vez porque soy una pajera", pero no lo es porque, a pesar de ser sincero, es muy largo y poco ganchero. 

Así pues, esto será como el "Elige tu propia aventura" más lineal del mundo:

Si quieres leer la reseña de Sinsajo (Parte 2) lee el texto que sigue.

Si quieres leer la reseña de Kryptonita, lee un poco más abajo.

  

Fui con unos amigos. Ya habíamos visto las anteriores así que asistir era obligatorio. Los tres leímos los libros así que previamente comentamos un poco lo que esperábamos y coincidimos en tener bajas expectativas. Las anteriores tuvieron sus buenos momentos pero no fueron wow, así que... 

Ha llegado el momento de la verdad: me duele en el alma pero lo tengo que decir. Jennifer Lawrence no actúa bien. Es graciosa, es simpática, es súper quirky y es hermosa, pero no es una gran actriz. Hasta ahora la vi en las películas de Los Juegos del Hambre (4) y El lado luminoso de la vida, pero no se destacó en ninguna. Si bien no estuvo mal, no estuvo para el Oscar...Y pensar que Di Caprio no tiene ninguno....

Josh Hutcherson y Lawrence tienen cero química. Hay mucho histeriqueo en la historia, pero se nota que no lo sienten. Él sí le pone onda, pero no hay caso, entre los dos no pasa naranja. Ella en cambio tienen tres tipos de caras a lo largo de la película: A) Ceño fruncido B) Sufrimiento, y una que aparece sólo al final, la C) Beatífica-lobotomizada. 

 

Y ya que estoy puesta a criticar, voy a decirlo: J-Law está demasiado bien alimentada para este papel. Se supone que Katniss está desnutrida porque es muy pobre, es morena, está curtida por el sol y la vida dura, es feúcha y tiene dieciséis años. Jennifer tenía 21 cuando comenzó a interpretarla, es una chica curvilínea, saludable, de hermosa piel de porcelana, perfecta, carita redonda. A ver, entiendo que todos en la película tenían que ser lindos para venderla y no le podían poner bigotes a la actriz principal, pero ni siquiera intentaron darle un look un poquito desmejorado. Meh.

Al margen de esto, toda la peli tiene un aura de violencia aséptica. Hay tiros, mutantes, flechazos y piernas cortadas, pero muy poca sangre. No hay nada realmente crudo y terrible que te haga sentir empatía por esa gente. Censuraron (o directamente, eliminaron) cualquier escena que pudiera herir la sensibilidad de un niño de doce años particularmente flojito. Pero eso sí, se tomaron la molestia de incluir un personaje que aparece sólo una vez, cinco minutos, de forma totalmente random, para hacer algo que se podría haber resuelto de forma más sencilla. 

I'm looking at you, Tigris.

El "epílogo" tampoco fue de lo mejor: mientras en la novela Katniss refiere que tardó muchos años en animarse a formar una familia, y que aún sufre mucho por el trauma de los juegos/la guerra/lo de Prim, en la película está hecho toda una mamá, con su pelo suelto, su vestido sin forma, sonriendo bajo el sol con su familia rubia de comercial de shampoo.

Por todo lo que la estoy bardeando pensarán que me pareció malísima, pero en realidad fue razonablemente entretenida. Ya sabía a qué atenerme en cuanto a las actuaciones y al tono light de la película, de modo que pude disfrutar de su entretenimiento pochoclero. 

En conclusión, le doy un "la vería de nuevo si la pasan por cable un domingo".

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Esta la fui a ver con mi novio. A él le gustan las películas argentinas, y con él vi más en tres años que en el resto de mi vida. Ninguno de los dos leyó la novela de Oyola (por mi parte me cuesta comprar un libro a casi  $300 si no tiene tapas duras, papel fotográfico o dibujos) así que acudimos al cine sabiendo poco y nada.

Resumen: toda la historia transcurre en un hospital de mala muerte. A altas horas de la noche llega Nafta Súper, una bandita de delincuentes, con un herido: Pinino, el capo del grupo. Mientras lo atienden, la policía rodea el edificio para tratar de hacerlos salir y acabar con ellos para siempre. Su única esperanza es El Tordo, un médico con problemas familiares, cansado y triste, que habitualmente es presionado por la policía para que no atienda a determinados pacientes (pungas, por lo general) y los deje morir.

Pero esta no es cualquier bandita. Es una suerte de "Liga de la Justicia de la villa", una parodia marginal de la auténtica, con Faisán-Linterna Verde (Nicolás Vázquez), El Ráfaga-The Flash (Diego Cremonesi), Lady Di-La Mujer Maravilla (Lautaro Delgado), El Federico-Batman (Pablo Rago), Juan Raro-Martian Detective (Carca), Cuñatai Güirá-Hawkgirl (Sofía Palomino) y Pinino-Superman (Juan Palomino). El jefe de la banda rival, El Pelado (Lex Luthor) está aliado con la policía para hacerlos cagar, e hirió a Pinino, por lo cual la banda no puede abandonar el hospital hasta que este se recupere.

Debo decir que hubo algunas cosas que me gustaron y otras no tanto.

Cosas que no: sentí que hubo publicidad engañosa. En el poster el personaje cental es el de Capusotto, por lo cual creí que tendría un papel importante. Error. Corona-The Joker aparece en dos ocasiones, muy brevemente, sobreactúa y no hace nada que movilice la trama. Me pareció totalmente desaprovechado, sobre todo teniendo a un tipo tan copado como él. Otro personaje que estuvo al pedo fue la Chica Halcón, la paraguaya Cuñataí. Tiene muy poco diálogo y aún menos acción.  Tranquilamente podrían haber eliminado ese personaje sin que se notara su ausencia. Pareciera que sólo está ahí para recibir los halagos soeces del personaje de Vázquez. Y hablando de Vázquez, tampoco me convenció su actuación de "negro cabeza".

Las pocas partes donde había algo de pelea fueron...flojas. Podrían haber hecho algo mejor, incluso dentro del planteo bizarro que tenía la película. Sé que la idea no era hacer una clásica peli de superhéroes, pero aún así no me cerraron mucho.

Cosas que sí: el concepto general de la película, más que su ejecución. La idea de que el lugar donde te nacés marca tu destino. Superhéroes devenidos villanos, pungas, travas, matones, asesinos con corazón de oro. Los flashbacks de Pinino, que cuentan su historia y que ayudan a reconstruir la de Nafta Súper. La ambigüedad moral de los personajes, que regalan el botín robado a un comedor pero que son capaces de prenderle fuego a alguien sin pestañear. El final cargado de emotividad, con la despedida del médico y el regalo de la travesti. La enfermera y su momento de gloria. El Ráfaga, mi personaje preferido, siempre reflexivo, atento y dispuesto a todo. Pablo Rago, un groso.

Conclusión: 

Cuatro Alicitas, porque es de esas películas a las que les seguís dando vueltas un largo tiempo después de verlas. Espero que su atrevimiento y originalidad animen a otros a hacer más historias de este tipo y dejar un poco de lado el realismo chato y aburrido de siempre.