(Mini) Reseña de Game of Thrones S06 E9

No sé ustedes, pero yo en este momento me estoy tomando un té para calmar los nervios. Estuve muy angustiada durante todo el capítulo, como seguramente lo estuvieron todos .

Empecemos por el principio. Hoy vimos sólo dos de las múltiples sub tramas de la serie. La primera de ellas fue la de Daenerys. La última vez que la vimos estaba haciendo una de sus acostumbradas entradas triunfales, y ahora comienza por pedirle explicaciones a Tyrion por el pequeño detalle de, you know, la gente que les está tirando proyectiles incendiarios. El Gnomo logra convencerla de que están bajo ataque porque él hizo las cosas bien, rectivó la ciudad, no me mates, porfa. Mientras comentan lo que van a hacer para evitar la total destrucción de la ciudad, la Reina nos deja saber que tiene los mismos objetivos en la vida que Conan el Bárbaro.

Conan, ¿qué es lo mejor de la vida?
Aplastar enemigos, verles destrozados y oir el lamento de sus mujeres.
Tyrion le recuerda que su padre trató de hacerle a Westeros lo que ella pretende hacerle a las ciudades enemigas, y ambos llegan a la conclusión de que tal vez deban dejar eso de la destrucción masiva como Plan B. Una vez que llegan a este acuerdo deciden bajar a hablar con los esclavistas, acompañados con Grey Worm y Missandei. La propuesta de los enemigos es la siguiente: Meereen se rinde. Los Inmaculados son vendidos de nuevo. Missandei es vendida de nuevo. Los dragones serán sacrificados. 

Oh, cuánta inocencia.


Claramente Daenerys doesn't take shit from no one, así que se monta en su dragón y da comienzo a una de las escenas más épicas de la serie. Es la primera vez que vemos pelear a los dragones en una batalla real. Antes habían prendido fuego a un par de personas, pero nada tan fabuloso como esto. Los otros dos hijos de Dany (muy bien portados, por cierto: esperaron a que volviera la madre antes de salir de las mazmorras) tiran abajo las paredes de su prisión y se disponen, los tres juntos, a incendiar todo lo que se les cruce. Es maravilloso ver a todos esos hombres calcinados, ardiendo hasta los huesos.


Mientras Daenerys se encarga de limpiar la ciudad a sangre y fuego, sus consejeros se encargan de negociar con los tres esclavistas que mandan los ejércitos. En este contexto, "negociar" significa que van a poner las condiciones que se les cante el culo, so pena de quemarlos vivos. Los soldados enemigos, que también son esclavos, huyen ante la posibilidad de terminar hechos cenizas. Como castigo por el levantamiento, los tres jefes deben decidir cuál de ellos morirá, y como era de esperar, dos se ponen de acuerdo en señalar al tercer, elegido por ser de "baja cuna". Obviamente, esos dos mueren por ser extra-traidores, y el tercero zafa y vive para contarla.  

Luego de ganar, se aparecen Yara y Theon, que hicieron tren-subte-bondi y llegaron en un abrir y cerrar de ojos (en serio, después de esto pretendo que Daenerys llegue a Westeros en medio capítulo). Tyrion se acuerda perfectamente de Theon desde esa vez que se vieron en Winterfell y tuvo que soportar sus chistes de enanos. Lo boludea un rato. La venganza es un plato que se come frío, dicen, pero esto pasó hace cinco temporadas, let it go. 

Hay chispas entre Yara y Daenerys mientras discuten la posibilidad de hacer una alianza. Hay tres momentos donde se miden mutuamente:

1)"¿Ha habido reinas anteriormente en las Islas de Hierro?" 
   "No más que en Westeros."

Chispa 1

2) "Lord Tyrion me ha dicho que tu padre era un rey horrible." 
     "Tenemos eso en común."

Chispa 2
3) "Me imagino que tu propuesta no exige un pedido de matrimonio." 
    "No lo exijo, pero estoy dispuesta a aceptar cualquier cosa."

Chispa 3: está interesada.

¿Alguien más está esperando que se casen, formen el ejército más poderoso del mundo y arrasen todo? ¿No? ¿Sólo yo?

Daenerys y Yara cierran el pacto teniendo sexo salvaje. Bueno, no, se dan la mano. Pero hay onda. Después de esto, pasamos a la segunda subtrama, es decir, al #BastardBowl. Oh, Dios. Déjenme tomar aire.


Llegó el gran día. De un lado el numeroso ejército de Bolton, del otro Jon y sus amigos. No se veía una pelea tan desigual desde 300. Cierro los ojos y pienso que esto requiere una escena a lo Gandalf salvando Rohan. Ya saben a cuál me refiero. Cuando todo parece estar perdido, aparecen los nobles caballeros con aureola y les salvan el culo a Aragorn.

 

Pero esto no es LOTR. Acá les gusta hacerte mierda. Reventar tus sueños e ilusiones. *Suspiro*

Sansa, Jon y Ramsay se encuentran. El último ofrece la paz si Sansa vuelve con él (sabemos que es una gran mentira: Ramsay no tiene noción de lo que es la piedad). Jon le retruca que no tiene que morir nadie más que alguno de ellos dos. Obviamente el otro no acepta, por dos motivos: 1) Es un cagón. 2) Sabe que tiene una tremenda ventaja numérica ¿para qué arriesgarse?

Jon y Sansa discuten. Ella le reprocha que no le haya preguntado en ningún momento qué pensaba respecto a encarar a Ramsay de esa forma. La verdad, qué quieren que les diga, tiene razón. Ella es la que mejor lo conoce de todos los presentes (y también tuvo razón antes, cuando le dijo que no tenían los hombres suficientes para ganar). Pero vieron como son los hombres Stark: tarados. Es verle la cara de pelotudo noble a Jon y decir: ¡Qué estúpida esa criatura...cada día mas parecida al padre! Sansa decide contarle la cruda realidad a su hermano: nunca van a recuperar a Rickon, quien por ser el hijo varón legítimo de Ned Stark es una amenaza mucho mayor para las ambiciones de Ramsay que, digamos, un bastardo o una mujer. Jon no quiere ni pensar en esa posibilidad, y decide seguir adelante con su empresa suicida. Sansa le advierte que si pierden, prefiere matarse antes que volver con su esposo. Chica lista.


Por otro lado, Davos y Tormund "No entiendo el concepto de metáfora" Matagigantes tienen una pequeña charla pre-batalla, mientras Jon se va a consultar a la Bruja Roja. Antes de su metida de pata con Stannis Melisandre estaba llena de una confianza soberbia, pero ahora está de capa caída y no se anima a hacer promesas de victoria, por si las dudas, y deja caer la posibilidad de que tal vez Jon fue resucitado para morir de nuevo. 

¿Qué clase de dios hace eso? El que tenemos.

 Davos va a dar un paseo por las cercanías y descubre algo terrible: el juguete que había tallado para Shireen se encuentra tirado entre los restos de una hoguera. Una puta hoguera. Y él sabe quién es la única persona que se divierte tostando gente. Sospecho que Melisandre va a tener que dar ciertas explicaciones luego de la pelea.

El día de la batalla final entre los bastardos llega, y con él viene Ramsay con el pobre, pobre Rickon. Pobrecito. Ramsay lo libera y le ordena correr hasta Jon. Es un trecho muy largo. Ramsay le dispara un par de flechas que le caen muy cerca. ¡Corre niño, corre! Jon  fuera de todo pensamiento racional, salve a todo galope para salvarlo. 

Está cerca, muy cerca. ¡Vamos, vamos! 
Otra flecha. Ya casi llega. 
Tal vez...tal vez....tal vez termine atravesado de un flechazo ante la mirada aterrada de Jon. Indudablemente muerto. 


 ¿Y qué hace Jon? 
¿¡¿OH POR DIOS, QUÉ ESTÁ HACIENDO?!? 

Si dijeron "Carga él solo contra todo el ejército Bolton porque es un infeliz", acertaron. 

De puta casualidad ninguna de las flechas lo alcanza, pero su caballo muere y termina rodando por el suelo. Ahora es Jon, solo, a cinco metros del ejército. Listo, de acá no zafa, es imposible.


Zafa.

Dios, qué sufrimiento. Los soldados le pasan por al lado y se trenzan con el ejército de Jon. La matanza es larga, oscura y violenta. Entre el barro y la sangre es prácticamente imposible distinguir aliados de enemigos. Jon arremete contra todo lo que se mueve. Todo es muy tenso. Quiero llorar. No hay manera de que gane. Gandalf, please. Las flechas siguen lloviendo del cielo, y los hombres de Jon son cada vez menos. Todo lo que se escucha son gritos y gruñidos, mientras los combatientes pelean sobre una montaña de cadáveres. Literalmente.


Cuando pensamos que nada puede ser peor, aparece la infantería. Muchisímos soldados de Bolton, armados hasta los dientes, bajan al campo de pelea. Es terrible. Son tantos que los rodean completamente, y los empujan con sus escudos cada vez más hacia atrás. Cuando ya no pueden retroceder más, empiezan a matarlos de a uno, atravesados por las lanzas que cargan. Es espantoso, y es lento. Uno sufre por cada hombre que cae. No hay salvación alguna. Tal vez, pensamos amargamente, tal vez la bruja puta tenía razón, y Jon volvió para morir, porque los guionistas son unos soretes. Hay amputaciones, litros de sangre. Wun-Wun, el gigante, arranca cabezas. Pero los enemigos avanzan y avanzan, y ya no hay espacio. Jon, en el medio de su gente, cae aplastado bajo innumerables cuerpos. Le falta el aire. Se asfixia. Tormund, mientras tanto, es apaleado por el jefe de infantería. De pronto, Ser Davos oye algo. ¿Será...puede ser?

¡¡Gandalf!!

Bueno, no, son Meñique y Sansa con los Caballeros del Valle, el ejército de los Arryn, dispuestos a patear culos. Pero en este caos, es lo más cercano que hay. 

Yeah, bitch.

Tormund, con energías renovadas ahora que sabe que no va a morir, cose a puñaladas a su atacante.   Tengo el corazón estrujado de angustia. Creo que no respiro desde que empezó la pelea. 

Ramsay huye como el cagón que es, pero lo persiguen. Wun-Wun derriba la puerta de Invernalia a golpes, pero termina muerto a causa de las decenas de flechas que lleva en el cuerpo, más una que Ramsay le clava en el ojo mientras todos están distraídos (???). ¡Era el último de los gigantes, la puta madre!  Hubiera sido el momento perfecto para matar a Jon, pero afortunadamente se ve que a Ramsay no se le ocurrió. Después de esto tenemos el momento más gratificante hasta ahora. Otros villanos murieron de formas "fáciles" (Joffrey envenenado, Tywin de un solo flechazo). Jon, en cambio, agarra a Ramsay contra el suelo y lo caga bien a trompadas. El espectador puede saborear cada diente que le vuela. 

Por último, Ramsay termina atado a una silla en el calabozo. Sus perros lo rodean (al principio del capítulo él mismo había comentado que no los alimentaba hacía una semana). Ramsay comienza a verse cada vez más y más apetitoso. Son perros leales, pero hambrientos. Y enormes. 

Your words will disappear
Your house will disappear
Your name will disappear
Ya saben qué pasa en esta parte. Los mastines devoran al bastardo más malo de los Siete Reinos, y todo ese sufrimiento que pasamos vale la pena. Cada segundo. CADA. SEGUNDO.

Conclusión:

1) La muerte de Rickon fue predecible pero igualmente espantosa. Adiós, niñito. Nunca llegamos a conocerte bien, pero lamentamos profundamente todo lo que te pasó. De todos los hermanos Stark, fuiste el que menos tiempo pudo disfrutar una vida pacífica y normal, sin que todo el mundo tratara de matarte cada dos segundos.

2) ¿WUN-WUN, POR QUÉ, POR QUÉ? Era el último de los gigantes. No fue justo, joder. Ya se llevaron a Hodor, ¿tenían que matar a otro personaje corpulento y leal en la misma temporada?

3) Meñique va a querer casarse con Sansa, eso lo damos por descontado. ¿Aceptará ella? ¿Por qué no discutió esto con Jon? Ni siquiera él hubiera sido tan tonto como para negarse a tomar la ÚNICA ayuda que podría salvarlos. Por otra parte, en su última conversación Ramsay le dijo que "siempre sería parte de ella". ¿Lo decía en sentido figurado por las cicatrices emocionales/físicas, o literalmente dando a entender que está embarazada? Espero que no, por Dios.

4) Este fue el episodio 9, y como todos sabemos, ese suele ser el más terrible. Cabe esperar que para el domingo que viene la cosa venga más tranqui, pero nunca se sabe. 

Califiación: lo mejor del universo.




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