Reseña de The Walking Dead S07 E02

En la reseña anterior de TWD comenté que uno de los mayores problemas que tiene la serie es su estructura cíclica: los personajes están condenados a pasar siempre por lo mismo, una y otra vez. También señalé que el hecho de incluir nuevas comunidades con las cuales negociar abría muchas posibilidades interesantes y, hasta ahora, inexploradas. 

En este nuevo episodio conocemos a otro asentamiento ("El Reino") y a su dirigente, el Rey Ezekiel. ¿De qué me voy a quejar ahora, entonces? De otra cosa que caracteriza a TWD: su inconsistencia. Por lo general tenemos un primer y un último episodio llenos de emoción, suspenso e intriga, y el resto de la temporada...meh. A veces puede variar un poco. En el segundo capítulo de la sexta temporada vemos a Carol bajarse a los lobos casi sin ayuda y es WOOOOO I LOVE YOU CAROL, HAVE MY BABIES, pero ya en el episodio 4 los creadores de la serie intentan matarnos de aburrimiento con un capítulo dedicado enteramente a un flashback de Morgan que es totalmente predecible (si su maestro no vuelve a aparecer es porque obviamente lo mataron, y ¡sorpresa! muere de la forma más estúpida y evitable que puedan imaginar).

Morgan me aburre mucho con su filosofía barata de "no matarás" en un mundo donde la ética, la moral y los códigos de honor dejaron de existir hace años, y los violadores/asesinos/caníbales andan tan campantes por la vida. OJO, no estoy diciendo que debería haber zombies, tiros y cosha golda en todos los capítulos para que se ponga interesante (en una serie sería difícil de mantener una situación de acción constante), pero la parte de drama existencial está re contra estancada, denme un poco más de variedad muchachos.


En fin, me estoy yendo de tema. A lo que voy es que ayer fue todo muy vistoso, muy lindo, oh mirá un tigre, que cool, pero en definitiva no sucedió nada. Sí, ya sé, presenta nuevos personajes y prepara futuros conflictos. Pero entre tanta preparación no hay nada nuevo. Carol despierta e interpreta su papel de Boluda Total por enésima vez en lo que va de la serie (debo reconocer que por lo general funciona muy bien), Morgan habla sobre Aikidio y el dilema de matar/no matar, la comunidad parece perfecta en la superficie pero luego resulta que su dirigente esconde un oscuro secreto...todo eso ya lo hemos visto.

Lo único que me generó una inquietud en este episodio fue el tema de alimentar a los cerdos con zombies (ugh). Recuerdo vagamente que en la primera o segunda temporada la pandilla de Rick encuentra un ciervo muerto en el bosque y decide no comerlo porque al parecer estaba contaminado (se lo estaba comiendo un walker). Claramente el virus no se transmite a otras especies, ya que no hay perros/caballos/ardillas no-muertos. Pero ¿puede transmitirse por la carne? ¿Será posible contagiarse por comer un animal infectado? Oh, incógnitas de la vida.

Tirando hacia el final me levantó un poquito el ánimo la confesión de Ezekiel (no soy rey ni cazador, sólo quiero meterle pila al asunto), pero hasta ahí.


Llegó el momento de admitirlo: hace rato que la serie no está buena. La suma de lugares comunes, temáticas recontra usadas y personajes endebles la convierten en una repetición de sí misma. Ahora bien, si todo es tan malo, ¿ por qué sigo mirándola? Básicamente porque una vez que me aferro a algo tiendo a no soltarlo nunca más; y aunque el 60% de la temporada sea un embole, disfruto muchísimo esos momentos brillantes que a veces nos regala la serie...pero por sobre todas las cosas, porque generé una conexión emocional fuerte con esos personajes y ahora no puedo abandonarlos.







Comentarios