Reseña de Perdida

No, no estoy hablando de la genial adaptación al cine de la novela Gone Girl. Estoy hablando de la paupérrima adaptación al cine de la novela Cornelia. Lo más sensato es parar de leer esto ahora mismo e ir a ver la primera, dejando la segunda en el olvido. Si insisten, podemos analizar qué es lo que falla, pero tengan en cuenta que hay spoilers. 


Vamos a empezar con lo fundamental: Luisana Lopilato actúa mal. La re banco, me parece divina y simpática, su familia es adorable y su marido tiene pinta de buen muchacho, pero la verdad es que no actúa bien, nunca lo hizo y nunca lo hará. Que la protagonista no sostenga la historia a través de su actuación ya es malo, pero lamentablemente no es lo único que falla. 

Breve sinopsis del argumento: en ocasión de una excursión escolar, un grupo de amigas pasea por un pueblito del sur argentino. Como son adolescentes deciden hacer una "travesura" y escaparse de la supervisión adulta por un rato, pensando en que no puede pasarles nada malo. Pero algo pasa, y de las cinco chicas sólo vuelven cuatro. Años después una de ellas se vuelve policía y decide reabrir el caso ante la fuerte sospecha de que algo siniestro sucedió. Acá entra en acción Pipa (Luisiana Lopilato), personaje cliché si los hay. Parece que para componerla se leyeron de cabo a rabo el artículo de TV Tropes sobre Cowboy Cop y lo copypastearon directamente en el guión. Si no lo leyeron les hago un resumen: básicamente es el esterotipo de policía duro que juega con sus propias reglas y consigue solucionar los casos, pero que es criticado por su jefe y compañeros por no "jugar en equipo". Generalmente tiene un pasado tormentoso y es tosco, de pocas palabras. El Cowboy Cop se caracteriza por saltearse todos los procedimientos del protocolo y sacar confesiones a golpes, detener sospechosos sin causa legal y mandarse solo contra 45 mafiosos en vez de esperar a los otros oficiales (que por supuesto, son todos una manga de ineptos o corruptos). Un poco como McBain de Los Simpsons, que a su vez es una parodia de Mel Gibson en Arma Mortal, Bruce Willis en Duro de Matar y básicamente cualquier personaje interpretado por Charles Bronson


Bueno, ese es tal cual el personaje de Pipa. Es tan obvio lo que quisieron hacer que la verdad esos primeros minutos de presentación de personaje me dieron vergüenza ajena. Y después se pone peor. En un punto se acerca la mamá de Cornelia, la chica desaparecida, a pedir que se reabra el caso. En vez de aprovechar la oportunidad para que la información fluya orgánicamente, las dos se apuran a tirar todos los detalles del caso en una conversación que claramente no lo requería porque las dos saben perfectamente qué pasó. Suena tremendamente armado y robótico. 

La investigación finalmente se retoma porque, en ocasión de la misa celebrada en memoria de Cornelia, Pipa descubre que la foto con la que la homenajean fue sacada el mismo día de su desaparición. En ella falta algo importante: la cadenita que ella siempre usaba y que luego fue hallada en el bosque. Claro que a nadie más le llama a la atención y nuestra heroína es la única en notarlo. Ni siquiera a la madre de Cornelia, que está obsesionada con el caso, le parece llamativo este asunto. Ya lo retomaremos más adelante. 

En general la trama está llena de agujeros que quizás podrían ser explicados a través de una suposición del espectador, pero que en la película se ignoran. Por ejemplo: la noche de la desaparición las chicas deciden ir a un boliche del pueblo con Ariel (Julián Serrano), el hijo adolescente de la dueña de la posada. Van, se emborrachan y una de ellas se va sin dejar rastro. A menos que absolutamente TODA la policía de la provincia sea corrupta, es obvio que el primer sospechoso va a ser Ariel. Y si se da que el muchachito es hijo de alguien con conexiones o guita (cosa que pasa muchas veces), y se lo deja ir sin averiguar demasiado, al menos la familia de la chica estaría convencida de que el pibe sabe que pasó. Pero no, todos parecen aceptar la versión de que Cornelia volvió con las demás y se fue después, no antes. Incluso las mismas chicas mantienen esa hipótesis. Sólo una de ellas sabe que está mintiendo, pero las otras no ponen en duda lo sucedido. 


Otra cosa inaceptable es que en una película que quiere ser "realista" los villanos son tremendamente caricaturescos: un pelado de barba excéntrica y un tatuaje sumamente reconocible en la cabeza, una pelinaranja de corte asimétrico, acento extranjero y nombre de fantasía, y un boss venido de tierras exóticas. Les juro que están a la altura de Boris y Natasha, los malososos rusos de Las aventuras de Rocky y Bullwinkle. En fin, otro punto flojísimo es la historia de la villana, Sirena (Amaia Salamanca). En uno de los numerosos flashbacks de la película -recurso que en un punto cansa- vemos que "El Egipcio" (el capo de la banda) manda a matar a varias de las chicas de la red de trata que maneja porque fueron golpeadas y por lo tanto "pierden su valor" (nota mental: nadie mata a una  prostituta adolescente linda, flaca, rubia y blanca sólo porque tiene un par de golpes en la cara, a lo sumo se vende por menos valor). Durante la ejecución el sicario, que no es otro que el Pelado Malo (no recuerdo su nombre, no me interesa) se detiene porque una de ellas, Sirena, le dice "Ella (por otra chica) y yo vamos a sobrevivir". Y listo, no las mata. Faaaaaaa, que fácil es convencer a los asesinos de la mafia, eh? Apuesto a que esa no la tenían.


Años después Sirena está regenteando a las víctimas de la red y la otra chica sobreviviente está en un loquero. Hago un breve paréntesis aquí para decir que la forma que eligieron para representar a "la loca" también es de los peores clichés: bata de hospital tres talles más grande, pelo largo a lo Samara, innumerables papeles pegados por todas partes con dibujos tétricos hechos en carbonilla, etcétera. "¿Qué propósito sirve este personaje?" se preguntarán ustedes...pues ninguno. Es una persona random que sólo sirve para que Pipa encuentre la pista de Sirena, nada más. Muy conveniente todo.
Otra cosa horrorosa es la participación de Oriana Sabatini. La verdad no sé si actúa bien o mal porque el personaje estaba construído tan chotamente  que no tuvo oportunidad. Ella interpreta a Alina, ¿amiga? ¿chonga? ¿filito? de Pipa, con la cual tiene una relación cercana pero no muy clara. ¿Quién es realmente Alina? No lo sabemos. Lo único que queda claro es que Alejandro Montiel, el director de esta bazofia, vio Los hombres que no amaban a las mujeres y quiso hacer su propia versión tercermundista de Lisbeth Salander, lo cual es tan malo como suena. Sí, es una súper hacker de aspecto punkie y conducta moral cuestionable. Sólo está ahí para que Pipa se entere de cosas que no podría averiguar ella misma y para morirse. Punto. Esa es su participación. No se caracteriza al personaje de ninguna otra manera, no tiene historia, nada. Es de cartón pintado.


Si todavía no adivinaron el plot twist que se hace notorio en los primeros quince minutos de la película, acá va: Cornelia no está muerta ni se perdió, fue secuestrada por una red de trata y ahora vive como Sirena. Sí, ya sé, estoy tan sorpresa como todos ustedes. Esto se explica de la siguiente manera: Cornelia sorprendió a Ariel violando a una de sus amigas, Leonor, y en venganza éste la entregó a la red de trata. Leonor se calla porque le dicen que si abre la boca van a matar a Cornelia, y vive con el secreto para siempre. Esto introduce varios interrogantes: ¿Quién es realmente Ariel? Porque se ve que, aunque sea un pendejo con una cara de logi bárbaro, tiene conexiones con una red internacional de tráfico de personas. ¿Es hijo de un poderoso? ¿A quién conoce? ¿Por qué un pibe apenas mayor de edad, que vive modestamente con su madre en un pueblito random tiene esa clase de poder? ¿Por qué Leonor nunca confiesa? Es obvio que lo que le van a hacer a Cornelia es peor que la muerte, y que de todas formas la van a matar cuando no les sirva.

¿Por qué? No hay porqué.
Para cerrar una historia absurda con un final más absurdo todavía, resulta que el pequeño hijo de Leonor es en realidad el hijo de Cornelia, que quedó embarazada y se lo trajo para que lo críe (?) porque ella se lo debe. Y acá retomamos lo que comentamos antes de la foto misteriosa que aparece en la misa: Cornelia/Sirena se la regala a Leonor y ésta decide usarla para homenajearla. Sí, ya sé que no tiene ningún sentido que la supuesta muerta le traiga, sin justificación, una foto tremendamente específica que sirve para resolver el caso. Como todo en esta película, es totalmente arbitrario e inverosímil y no responde a las complejidades de la trama, sólo está ahí para hacerla avanzar hacia un final tan mediocre como predecible.

Conclusión: pésima actuación de los personajes principales, guión sin pies ni cabeza, escenas de acción muy flojas y clichés varios componen esta película olvidable. No puedo opinar del libro en el que se basa pero leí el primero (esta es la tercera novela de Florencia Etcheves con los mismos protagonistas) y me pareció bastante malo así que me arriesgaría a decir que este no es uno de esos casos donde el libro es brillante pero su adaptación falla.


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