Reseña de Acusada

Antes de empezar con la reseña vamos a dejar algo en claro: más allá de que en ambos casos la acusada y la víctima era mujeres jóvenes y amigas, esta película tiene poco y nada que ver con el caso de Lucila Frend, así que no vayan con la idea de que acá se proponen nuevas hipótesis o se encuentra la solución a un misterio real. Si les interesa eso, les recomiendo leer el libro La virgen en tus ojos, de Florencia Etcheves. La verdad es que es bastante malo, pero propone una versión de los hechos relativamente interesante. En fin, pasemos a lo que nos compete.


La historia es esta: Dolores Dreier (Lali Espósito) ha pasado dos años y medio esperando el juicio que la declare culpable o inocente por el crimen de su amiga Camila Nieves, muerta a puñaladas en su casa luego de una fiesta. Muchos la señalan como sospechosa, ya que recientemente se habían peleado a causa de que Camilia viralizara un video donde se veía a Dolores teniendo sexo con un hombre (cosa que me hace acordar a otro caso real) y también porque era la única presente al momento del crimen. Los medios la acosan, los periodistas aseguran que es la asesina y su familia se derrumba debido a la inestabilidad emocional y económica a la que han sido sometidos durante todo ese tiempo. Así pasa sus días Dolores, encerrada jugando videojuegos con su hermano menor y saliendo a dar una vuelta en auto, siempre acompañada por su madre.


Lo que más me interesaba de esto era, francamente, ver a Lali Espósito. Nunca consumí sus productos marca Cris Morena, ni sus novelas, y en lo único que la vi actuar fue Permitidos (reseñada acá). Francamente esa fue una película meh y ella también estaba meh, así que no sabía si actuaba realmente mal o sólo se deslucía porque todo en esa peli era flojo. Pues llegado el momento de la verdad, estuvo bastante bien. No me parece descollante, no me dejó con la boca abierta, pero su interpretación fue correcta. La ayudan Inés Estévez y Leonardo Sbaraglia, que levantan bastante la calidad de la actuación y le dan un buen lugar desde donde partir.


En general, diría que me gusta más otro tipo de enfoque respecto a este tipo de historias, como en Gone Girl o The Night Of, donde se introducen distintas posibilidades, otros acusados, motivos ambiguos. Personalmente lo encuentro más interesante. Acá la decisión del director pasa por otro lado: si bien menciona un posible asesino, jamás se lo muestra ni se nos dan motivos para creer que fue él más allá de la palabra de Dolores. No se esfuerza en hacerla parecer inocente (no hay una reconstrucción del crimen ni flashbacks que nos ayuden a descartarla como sospechosa) ni culpable (nada nos hace sospechar que esté manipulando a su familia ni que tenga intereses ocultos). Sólo nos la muestran cansada, muy cansada, haciendo malabares para salir del circo mediático. Quizás por eso no desarrollé mucha empatía por su personaje, porque de alguna manera te hace sentir que lo importante no es si cometió el crimen o no, sino cómo están dispuestos a probarlo. En ese sentido entiendo que quiere mostrar que cuando los medios se encaprichan con un determinado acusado es muy difícil buscar una alternativa, porque la opinión general ya decidió quién fue (¿Se acuerdan cuando todo el mundo estaba convencidísimo que el asesino de Ángeles era el padrastro? ¿Y cuando juraban y recontra juraban que el padre de la familia Pomar era un golpeador que había asesinado a toda su familia?).


Hay, eso sí, alguna que otra cosilla que no cierra. Por ejemplo, en un momento una de las amigas de Dolores trae un muchacho desconocido a su casa para que la vea. El padre se pone a cuestionar el porqué de su presencia pero finalmente lo deja entrar. ¿A quién se le ocurre dejar entrar a un random en tu casa en una situación así? ¿Aunque sea no le pedirías que te entregue el celular, para asegurarte que no intente sacar fotos privadas de tu hija? En fin...otra cosa rara fue que en medio del juicio aparece una forense a teorizar sobre el arma asesina y hacen un allanamiento para buscar pruebas. Eso no tiene ni pies ni cabeza, no se puede introducir nuevas evidencias cuando a vos se te canta, en cualquier momento del proceso judicial. Qué se yo. Licencias artísticas, supongo. También hay una cosa rara metafórica relacionada con un puma que aparentemente estaría suelto por la zona donde vive la protagonista. Francamente no me terminó de cerrar, pero bueno, no es tan importante.


Pero lo que seguramente se están preguntando es: ¿Culpable o inocente? ¿Se revela el misterio al final? Bueno, sí. Y no. Sin entrar en detalles, hay una escena en que se habla sobre lo que pasó y personalmente entiendo que esa es la verdad de veritas; no encuentro motivos para pensar que lo que ahí se cuenta pasó de otra manera. Eso sí, no es algo que se afirme con evidencias contundentes así que puede quedar a libre interpretación del espectador.


Y eso es lo que puedo decir sobre la película. No será nunca un clásico de culto, no se destaca por su paleta de colores (todo muy neutro) ni por su banda sonora (que pasa prácticamente desapercibida) pero es entretenida y bastante sólida. No iría a ver al cine de nuevo (como sí hice con El Ángel, reseñada acá) pero la vería otra vez si la pasaran por cable en unos meses.




P.D: Les quiero dejar algo que no tiene mucho que ver con la película, pero no podía dejar de compartir. Me metí en la reseña que hicieron en un diario muy conocido (¿a ver si adivinan cuál?) y me tomé la molestia de leer los comentarios. Como siempre, cualquier tema es bueno para bardear a los demás, aunque no tenga nada que ver con lo que se discute. Es todo tan cliché (y al mismo tiempo, disparatado) que parece que se pusieran de acuerdo. Mamita...


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