Reseña de (Des)encanto

El creador de esta serie no necesita presentación. Yo nací un año después del estreno de Los Simpson y por lo tanto no puedo imaginarme un mundo en el que la familia amarilla no existe. ¿Pueden ustedes? ¿Y que me dicen de Futurama? Que levante la mano el que no se sepa de memoria los latiguillos de Bender o al que no se le haya estrujado el corazón con el capítulo del perro de Fry. Imposible, ¿no? Bueno, con dos series tan famosas a sus espaldas era obvio que las expectativas sobre su nueva serie iban a ser altas. Personalmente yo la esperaba con muchas ganas porque soy más fan de la fantasía épica que de la ciencia ficción y el costumbrismo. Lamentablemente, no estuvo a la altura.


Voy a empezar diciendo las cosas que me gustaron. Para empezar, me parece bastante genial que tenga una mujer protagonista (cosa que de por sí la distingue de las otras dos series) que, además, no  cae dentro de los estereotipos marca Groening...¿cuáles serían esos, se preguntan? Pensemos en los personajes femeninos más importantes de sus dos productos más famosos: Marge, Lisa y Leela. Las tres son fuertes, capaces, inteligentes y sensibles. Sin embargo, esas buenas cualidades quedan disminuidas por ser regañonas, por su incapacidad de "soltarse". Son rígidas en sus creencias, aburridas en sus costumbres y siempre quedan a la sombra de un personaje masculino que es innegablemente estúpido pero de buen corazón, que sabe divertirse y romper las reglas; personaje al que, por supuesto, le demuestran un enorme cariño que no se merece. En resumen, son mejores que ellos, pero por ser aguafiestas quedan eternamente segundonas. 


Bean es todo lo contrario, y se emparenta más con los personajes masculinos de Groening: es una perdedora alcohólica y sin talento alguno. Y está bien. No necesita ser la perfecta mujer de acción que tira patadas sin arruinar su peinado, ni la ama de casa ideal, ni la chica 10 con un futuro brillante. 

Otra cosa que me gustó mucho es el estilo de dibujo y los detalles. Los personajes en sí no son nada del otro mundo, pero los escenarios en los que se mueven son increíbles. Quizás el tipo de lugares que abundan aquí (castillos, cavernas, bosques, lugares mágicos) ofrecen más inspiración y oportunidad de esmerarse, porque la verdad los dibujos son muy bellos e intrincados en comparación con los de las series anteriores. 


Bueno, ya se me acabaron las cosas positivas que puedo decir sin spoilearlos. Al final de esta reseña voy a agregar un par más

Así como me parece digno de reconocimiento el hecho de que esta serie tenga una protagonista femenina, también tengo que señalar que hay muy pocas mujeres. Está Oona, la madrastra de Bean, con la cual tiene muy poco contacto, y Bunty, la sirvienta que la crió. Ambas aparecen cada tanto para tirar un par de líneas, pero no tienen ninguna importancia puntual para el desarrollo de la trama. Una lástima. De todas maneras, el problema no son sólo ellas dos: en general, ningún personaje tiene demasiada profundidad. 

Ni carisma. 

Ni chispa.

 Hoy en día tenemos series animadas dirigidas al público juvenil (Gravity Falls, Steven Universe) y al adulto (Rick and Morty, BoJack Horseman) que se caracterizan por presentar personajes con emociones complejas y evoluciones personales. Acá, la gente de Dreamland está...estancada. Sus guionistas no toman riesgos y eso se nota mucho con el correr del tiempo. Casi todas las acciones son predecibles, porque no se atreven a salir del molde que ellos mismos crearon. 


Bean se presenta al principio como una chica ruda e impulsiva que desafía las expectativas de género, pero hasta ahí llega. Luego de su rebelión inicial no hace nada útil ni se dedica a vivir aventuras, simplemente se queda en su casa a beber y a quejarse de su padre una y otra vez...durante todos los capítulos.  Igualmente, es la mejorcita del trío. Luci se queda a medio camino: por lo general impulsa las acciones de los demás, cosa positiva para la historia, pero como demonio es demasiado bueno. Es un meh. Por el contrario, Elfo es directamente detestable. Al principio abrió el camino para que los elementos mágicos comenzaran a surgir pero después se dedicó a vagar de acá para allá, sin una función clara. Lo peor es que recurrieron a la ya conocida sub trama del idiota que se enamora de la chica badass (como mencioné al principio, ya está muy usada) y lo convirtieron en un creepy acosador que intenta encontrar una relación romántica donde apenas hay una amistad, y gracias.
Por cierto, ese es otro problema de la serie: la camaradería entre los tres protagonistas se siente forzada, no hay un sentido de unidad.


Otra cosa que me pareció decepcionante fue lo poco mágica que es una serie con tantos elementos fantásticos. Quizás es mi culpa, por esperar demasiado de esta historia Yo esperaba que el trío protagonista huyera del pueblo en el primer episodio y vivieran locas aventuras a lo largo de ese mundo inexplorado. Por el contrario, casi siempre se mueven en los mismos lugares sin hacer nada y...les pasan  cosas. Las excepciones a la regla son el pueblo de Elfo, que aparece al principio y al final, y los últimos episodios en los que aparecen otras criaturas fabulosas de tierras lejanas. Al comienzo parece que va a haber una línea narrativa porque cada episodio aparece planteado como el "capítulo" de un libro, pero pronto se olvida y pasa a pequeñas historias autoconclusivas. Ni hablemos de las referencias pop que meten a presión en cada capítulo. Tenían sentido en Los Simpson porque eran actuales, y lo tenían en Futurama porque eran "un guiño al pasado", pero se sienten muy fuera de lugar acá. Súper cringe.


Por último, hay una última cosa que quisiera destacar de forma positiva, pero es un spoiler. Así que...


¿Qué recurso tienen muchísimas series en común? Se preserva a toda costa el status quo. Esto quiere decir que no importa qué suceda, que tan dramático sea el momento que vivan los personajes o cuánto deseen lograr su objetivo, todo seguirá igual. Si pasa algo groso (un personaje que siempre fue soltero se casa, el asesino que buscan muere "definitivamente", la pareja principal se separa, alguien recibe una beca en el exterior) siempre se buscará la manera de volver al estado original: fue un sueño, una dimensión paralela paralela, se retrocede en el tiempo o simplemente surge un conflicto que vuelve todo a la normalidad. Esto sucede porque los creadores de la serie quieren hacerla durar tanto como puedan, y si pierden "el gancho", pierden a los televidentes. Pensemos en todas las series policiales donde los personajes principales coquetean, pero no concretan hasta el final porque pierde la gracia del will they/won't they (¿Lo harán? ¿No lo harán?). De todas formas el primer ejemplo concreto que se me viene a la cabeza no es de una serie, sino de una película: Casper. Cuando tienen la oportunidad de volverlo a la vida, JUSTO el papá de la chica se muere y él sacrifica su oportunidad de vivir de nuevo para salvarlo. Esto nos permite tener un montón de (horribles) secuelas más, porque nadie querría ver las aburridas aventuras de Casper, el niño resucitado.

En fin, mi punto es que me sorprendí gratamente cuando Bean decidió resucitar a su madre y no a Elfo. Eso dio pie a un giro en la trama que no me esperaba, sentí por primera vez que los guionistas tomaban un riesgo y se salían de ese libreto tan acartonado. Realmente modificaron el rumbo que habían tomado: la próxima temporada no puede ser una repetición de la primera porque hay un cambio rotundo de situación.


Espero que esto se mantenga, aunque francamente con que superen mis (ahora muy bajas) expectativas me alcanza.



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