Como todos los años, me propuse ver las películas nominadas en la categoría "Mejor Película" de los Oscars, y como todos los años, sólo puede ver un par de ellas. Hoy vengo a hablar de dos en particular: BlacKkKlansman y Green Book. Ambas tocan el tema de la discriminación racial, siempre (por desgracia) actual y vigente.
Recuerden: si las reseñas tienen spoilers, estos están debidamente señalizados cuando comienzan y cuando terminan.
Básicamente, la trama gira en torno a un agente de policía negro en los turbulentos años '70: Ron Stallworth (John David Washington). Ron está continuamente en conflicto con todo el mundo: con otros agentes por ser negro, y con otros negros porque es policía. Como esto no parece ser suficiente para él, decide infiltrarse en una de las peores organizaciones que hayan visto la luz en EE.UU: El Ku Klux Klan, conocido por estar lleno de misóginos, racistas, antisemitas, negadores del Holocausto, homófobos, supremacistas blancos, delincuentes, asesinos y violadores en general. Una joyita, vea. Bueno, cuestión que Ron se infiltra en el KKK.
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| ¿Pero no era negro? |
Por extraño que pueda parecer esto, recuerden que la realidad es siempre más extraña que la ficción y esto...es una historia real que puede leer acá. Posta. Un negro en el KKK. De no creer, señores. ¡Ya no hay nada sagrado en este mundo! En fin, la cuestión es que Ron se infiltra...telefónicamente.
Sus primeras conversaciones con David Duke (Topher Grace, alias Eric Forman), el capo del Klan, lo hacen entrar en contacto con los miembros locales de la organización. Obviamente no puede presentarse en persona, así que manda a otro agente, Philip Zimmerman (Adam Driver, alias Kylo Ren) que es blanco pero judío. Vaya, me pregunto cómo esto podría ser relevante para el conflicto...
Como la película es una comedia, los miembros del Klan son más bien caricaturescos por lo exagerados: casi todos son psicópatas o retardados, y la idea es que te burles de ellos por lo patéticos que son. En ese sentido, y aunque entiendo que son enfoques distintos, me gustó mucho más como los pintan en la película Imperium. La trama es similar (un agente del FBI se inflitra en un grupo de supremacistas blancos), pero los integrantes de esta organización son retratados en general como gente culta, sensible, instruida, y amigable...en la superficie. ESO, en mi opinión personal, es lo que más miedo da. Entender que el tipo capaz de poner una bomba en una iglesia no es un demente absoluto, sino un tipo agradable que podría ser tu vecino o tu compañero de trabajo. Que muchas veces reclutan gente confundida, fácilmente manipulable, que necesita un soporte emocional y un grupo de contención.
En BlacKkKlansman son más bien un objeto de burla, pero eso no significa que sean inofensivos, y la película no deja que te olvides de eso en ningún momento. Ron, entonces, tiene que dividir su tiempo entre convencer al KKK de que le cuente sus planes terroristas, a la policía de que su trabajo vale la pena y a su compañero de que ponga el cuerpo en este peligroso plan. Así se ve conflictuado en todos los ámbitos de su vida, porque además (¡como si le faltara algo!) está trabajando encubierto dentro de un grupo de simpatizantes de Los Panteras Negras y otros movimientos políticos radicales de la época. Para colmo de males, se enamora de una chica que odia con todo su ser a la policía (este punto de la trama me hizo acordar un poco a la nueva temporada de True Detective).
En fin, acá quiero comentar una cosita sobre el final de la película, no sé si lo definiría exactamente como un spoiler pero acá va...
Una vez solucionado el conflicto, Ron y su chica están charlando tranquilamente cuando de repente se escucha algo sospechoso. Los dos salen armados y...
De repente, la película se corta y ante los ojos del sorprendido espectador comienzan a pasar imágenes reales: filmaciones de violentísimas protestas de neo nazis de los últimos años. Esto incluye el ataque terrorista de Charlottesville en 2017, que empezó como una marcha y terminó con un tipo embistiendo con su auto a un montón de gente, matando a una mujer e hiriendo gravemente a más de veinte personas. Les advierto que las imágenes son muy crudas, así que si no quieren ver a alguien aplastado con un auto quizás quieran evitar esos últimos minutos. PERO les recomendaría que no lo hagan, porque ese es el truco magistral de la película: te pintan al KKK como un grupo de imbéciles malvados e incompetentes, pero luego te dan un metafórico golpe en el estómago recordándote que son reales, que todavía están en actividad y que están contaminando todo lo que tocan con su odio.
FIN DEL SPOILER
En conclusión: está bien actuada, es divertida, te hace reflexionar y también pasar un buen momento, pero si fuera por mí no estaría nominada al Oscar. No me parece que sea una genialidad ni tiene una trama taaan memorable como para volver a verla.
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Acá tenemos otra peli inspirada en una historia real (en esta página, algunos detalles), pero un poco menos intensa. Como dato curioso antes de contarles de qué va, les comento que está dirigida por Peter Farrelly, hermano de Bobby Farrelly. Si les suena es porque ambos dirigieron películas como Loco por Mary, Tonto y Retonto, y Irene, yo, y mi otro yo. Cabría esperar que esta fuera otra historia llena de chistes malos de pedos y caídas, pero Peter tomó otro rumbo y decidió retratar la relación entre el pianista negro Don Shirley (el excelente Mahershala Ali, que actualmente la está rompiendo en True Detective, es la segunda vez que menciono esta serie en este posteo, vaya a mirarla YA) y el rudo pero adorable Tony Lip (interpretado por el no menos talentoso Viggo Mortensen).
La cosa es así: estamos en la década del '60, y el local nocturno en el que trabaja Tony Lip como seguridad cierra durante unos meses. Mientras espera que abra de nuevo, Tony se ve obligado a buscar trabajo. No es un mal tipo, pero es el clásico estereotipo del tano rústico, homofóbico, y racista que viene de una comunidad cerrada y conservadora. Sin embargo, dinero es dinero, y termina aceptando un trabajo inusual: durante dos meses será el chofer (y asistente personal) de Don Shirley, un destacado músico que hará una gira por el sur de Estados Unidos. Sí, Estados Unidos...en el sur...en los sesenta...que podría malir sal, ¿no?
Cuestión que, como nos dice el título berreta que le pusieron acá, esto se tratará de "una amistad sin fronteras". Don es un genio musical, fue a las mejores universidades y tiene un gusto refinado, pero no encuentra su lugar en el mundo: los negros lo miran con desconfianza por su status social, mientras que los blancos fingen admirarlo pero lo tratan como a un ciudadano de segunda. Por otro lado, Tony tiene la ventaja de ser blanco, pero es un bruto hecho y derecho, y los demás blancos comienzan a sospechar que algo raro tiene si está trabajando para un negro.
Es una road movie, sí, pero también una feel good movie: una película que tiene un mensaje positivo y esperanzador, que te levanta el ánimo sin ser demasiado dramática. Obviamente asistiremos a un cambio rotundo en la vida de ambos personajes, que llegan a conocerse, respetarse y quererse. La música es buena, la fotografía es buena, pero lo que realmente se destaca acá son estos dos tremendos actores que le ponen toda, toda la garra a sus respectivos personajes. De verdad, me saco el sombrero que no tengo para felicitarlos.
En conclusión: ¿está para ganar el Oscar? Nuevamente, tendría que decir que no. Es una muy linda película, la volvería a ver, pero no es LA mejor. En cierto sentido es similar a Bohemian Rhapsody: está basada en una historia real y toca temas espinosos, pero está edulcorada. Todo se resuelve sin grandes dramas, con un toque de comedia y la sensación de que nos la envolvieron con un moño de regalo para que no sigamos indagando demasiado en los aspectos oscuros. Eso sí, el Oscar a Mejor Actor y Mejor Actor Secundario se lo tendrían que llevar Mortensen y Ali por su impecable trabajo.














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