Mini Reseñas de Enero: Drácula (2020)

Hay historias que van a seguir contándose hasta el fin de los tiempos: Cuento de Navidad, Mujercitas, Frankenstein, Peter Pan...y Drácula. A veces parecería que ya no hay más que decir al respecto porque se hicieron mil veces, y sin embargo, cual vampiros, vuelven arrastrándose de sus tumbas. La última novedad es esta serie de Drácula de tres episodios que reseñaré hoy y que nos llega de la mano de Steven Moffat y Mark Gatiss, más conocidos por sus trabajos en Dr. Who y Sherlock. Los fanáticos desconfiarán de ellos después de los desastres que hicieron con ambas series, pero a quién quieren engañar, la van a ver igual. Si hay algo bueno que pueda decirse de esta producción es que tiene un giro original respecto a la novela de Stoker, lo cual es al menos lo suficientemente interesante como para darle una chance.

Lo bueno:

Los personajes de Drácula y Ágatha son los que se echan al hombro la trama y la cargan hasta las últimas consecuencias, por lo cual es una suerte que los actores que los interpretan hayan estado tan bien en sus roles. Drácula (Claes Bang) es gracioso, mordaz y ocurrente, mientras que Ágatha (Dolly Wells) está brillante en su papel de monja científica. 

También se añaden algunos elementos fantásticos (como los no-muertos que no llegan a ser vampiros) que me parecieron re interesantes. La escenografía, los personajes secundarios y las sub tramas también son altamente disfrutables, especialmente en el segundo episodio.  Personalmente ese fue mi preferido porque se desvía de la historia original sin perder tanto el rumbo, y además transcurre en un barco (me encantan los misterios en lugares cerrados). En el tercer episodio hay un completo cambio de escenario que le gustó a algunos y le pareció malísimo a otros, pero para ser justos vamos a decir que contar siempre la misma historia es bastante aburrido, y aprecio el hecho de que hayan querido innovar...

Lo malo:

...aunque en este caso medio que la pifiaron. En primer lugar, y les recuerdo que esta es una opinión enteramente personal, cayeron en un cliché vampiresco que ODIO profundamente y es que se aparezca un personaje EXACTAMENTE IGUAL en rasgos y personalidad que otro personaje que ya había aparecido previamente (tipo "¡Oh, la tataratataranieta de la Princesa Sofía, a quien yo amaba, es idéntica a ella!"). Está tremendamente usado en esta clase de historias y lo detesto con una pasión ardiente porque es muy básico. Basta. Encima en este caso, por las circunstancias particulares de la historia, es al menos cuestionable que aparezca porque en ningún motivo se aclara de dónde salió ese descendiente misterioso. 

Por otro lado, el cambio espacio-temporal del tercer episodio lleva a ciertas situaciones estúpidas e inexplicables, como que un súper grupo preparado para enfrentar a Drácula no sepa qué hacer cuando se lo encuentra, o que alguien inadvertidamente le entregue al vampiro un dispositivo que le sirve para pedir ayuda. No tiene ni ton ni son, no se problematiza y eso hace que suspenda mi incredulidad, francamente.

El final:

El final es...discutible por decir algo. Si bien aprecio que sea un final cerrado y no hayan querido arrastrarlo un par de temporadas más, la verdad es que es las conclusiones sobre la naturaleza de Drácula son medio pelescas y no aportan nada realmente importante. En fin, qué les voy a decir, es una versión más de las miles que existen y existirán, no tan buena y no tan mala. Si buscan algo entretenido y corto acá la tienen, para disfrutar un rato, enojarse brevemente y olvidar.